Recientemente se volvió a encender la polémica por los salarios de diputados y senadores, justo en un momento donde el 40% de los argentinos se está muriendo de hambre, las tarifas suben por las nubes, y los alimentos están cada vez más caros.
¿Cómo ocurre esto? Gracias al mal uso de la ley. Existe un mecanismo en los Poderes Judicial y Legislativo que se conoce como la "Ley de Enganche", la cual establece que si miembros jerárquicos (entendiéndose a los mismos como jueces, fiscales, diputados, etc) ven un aumento en sus salarios, entonces el resto de los empleados del Poder deben tener un aumento del sueldo. De esta forma, si un juez recibe un aumento de sueldo, entonces ese aumento debe verse reflejado en el salario de los secretarios y otros miembros.
La clase política tomó esa misma lógica y la invirtió: El aumento de los salarios se aplica a varios empleados del Poder Legislativo, pero al tomar la ley de enganche, se aplicó -de dudosa fe- a los salarios de los diputados y senadores.