Tener una referencia, entonces, te permite alcanzar los valores correctos, así como la ubicación correcta de los elementos en el cuadro.

Para la primera pintura de este post, utilicé una imagen de referencia de una amiga, que consideré bastante cercana a lo que considero mi estilo personal.

Alístate para pintar

2. Intenta con diferentes técnicas al pintar

Mis paisajes suelen ser muy suaves. La razón principal por la que pinto de este modo, es porque realmente me gusta esa sensación de tranquilidad. Me agrada el hecho de transmitir calma y calidez. Sin embargo, mi movimiento artístico favorito de todos los tiempos, ha sido, es y será el impresionismo. Así que dividí el cuadro en 2, para ver las diferencias; una suave, difuminada, y la otra al estilo impresionista. Este fue el resultado:

3. Pinta diferentes paisajes con la misma paleta

4. Pinta exactamente lo que ves desde tu ventana

Sí, sé que suena un poco cliché, pero pintar directamente de lo que ves desde tu ventana, puede ayudarte a medir las proporciones de los elementos a tu alrededor. Además, puede ser de mucha ayuda al momento de estudiar la anatomía de las nubes, las montañas, las hojas, las flores...

5. No subestimes el poder de la simpleza

Lo que me gusta de hacer estos estudios, lo más simple posible, es que luego puedo pensar en qué podría añadirles como elemento. Quizás un bote, o unas rocas, o espuma del mar... es un infinito espectro de posibilidades.

6. Pinta con colores arriesgados

Los pintores fauvistas solían jugar con colores vibrantes para provocar al espectador. Una forma interesante de progresar, parte de salir de la zona de confort con colores con los que no se está acostumbrado a trabajar.

Los paisajes son, usualmente, o más fácil para aplicar este tip, porque en la naturaleza existen colores tan vibrantes, y en tanta cantidad, que nunca se podrá pintarlos todos. Aún así, imagina cuán genial sería poder ver colores vibrantes en una pintura, y así alejarla de ser plana y aburrida.

7. ... ¡No temas mancharte!

Esta foto representa mi día a día. Suelo terminar llena de pintura en todos lados, en mis manos, rostro y piernas. Por supuesto, esto se puede evitar utilizando ropa vieja que no se tema manchar, pero yo prefiero sentir la experiencia de cubrirme de pintura y mezclar los colores en la palma de mi mano.

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