Fue Isaac Newton (1641-1727) quien tuvo
las primeras evidencias (1666) de que el
color no existe. Encerrado en una pieza
oscura, Newton dejó pasar un pequeño
haz de luz blanca a través de un orificio.
Interceptó esa luz con un pequeño cristal,
un prisma de base triangular, y vio
(percibió) que al pasar por el cristal el
rayo de luz se descomponía y aparecían
los seis colores del espectro reflejados
en la pared donde incidía el rayo de luz
original: rojo, anaranjado, amarillo,
verde, azul, añil y violeta.
“El color no existe y no es una
característica de un objeto sino una
apreciación subjetiva”
()
El color es pues un hecho de la visión que resulta
de las diferencias de percepciones del ojo a distintas
longitudes de onda que componen lo que
se denomina el "espectro" de luz blanca reflejada
en una hoja de papel. Estas ondas visibles son
aquellas cuya longitud de onda está comprendida
entre los 400 y los 700 nanómetros; más allá
de estos límites siguen existiendo radiaciones,
pero ya no son percibidos por nuestra vista.
Fuente, www.anibaldesigns.com