Grandes cambios en nuestros hábitos, es algo que requiere una inmensa fuerza de voluntad si se planea no flaquear en el intento, pero, aún teniendo la fuerza de voluntad necesaria, se debe saber que no hay que querer mantener algo de nuestros viejos malos hábitos para añadirlo a nuestro nuevo estilo de vida con los nuevos hábitos que queremos adoptar.
Toda persona en un punto de su vida anhela decir, hacer o pensar cosas mejores de las que ejecuta a diario, y es no es que sea algo difícil de lograr, pero no siempre se puede contar con la fuerza de voluntad necesaria para alcanzar algo así. Para lograr ese cambio se debe hacer una transformación radical de nuestros hábitos como persona, como ser humano, sobre todo en los malos hábitos, para dar vida a nuevos hábitos que deseamos tener, y que la sociedad elogie de manera positiva ese nuevo estilo de vida.
Querer es poder, y cuando realmente se quiere algo, se lucha hasta conseguirlo. Si el caso es querer cambiar nuestro estilo de vida, a uno que creemos que es mejor, entonces hay que luchar constantemente hasta conseguir esa transformación que esperamos que suceda. Se requiere una gran fuerza de voluntad y una actitud firme para vencer nuestros viejos hábitos, para crear unos nuevo que se consideran mejores que los que ya tenemos. Por ejemplo:
Cuando san Antonio vivía en el desierto, se le acercó un joven:
—Padre, vendí todo lo que tenía y se lo di a los pobres. Sólo conservé unas cuantas cosas de las que valerme para sobrevivir aquí. Me gustaría que me enseñases el camino de la salvación.
San Antonio le pidió que vendiese las pocas cosas que había conservado y que, con el dinero, comprase carne en la ciudad. A la vuelta, debía traer la carne atada a su cuerpo.
El muchacho obedeció. Al volver, fue atacado por perros y halcones, que querían un trozo de carne.
—Ya he vuelto —dijo el muchacho, enseñándole el cuerpo arañado y las ropas hechas harapos.
—Aquellos que dan un nuevo paso y todavía pretenden mantener un poco de su antigua vida, acaban dilacerados por el propio pasado —fue el comentario del santo.
En el ejemplo se ve claramente la enseñanza que le dejó ese santo a aquel joven. Aquellas personas que quieren dar un gran paso en su vida y aún quieren conservar un poco de la antigua, terminan lastimados.
Si realmente se quiere hacer un gran cambio en nuestra vida, se debe hacer un gran cambio es nuestros hábitos, sin querer conservar nada de nuestra antigua vida.