Empiezo escribiendo que, en mi larga trayectoria profesional, cada vez se nota más en esta era tecnológica, que uno de los comportamientos humanos menos tomados en cuenta y menos incentivados por la sociedad y las organizaciones, es la ACTITUD en el campo laboral. Es que bien es cierto tiene que ver el tipo de educación impartida al estudiantado en su ciclo de estudio, que pueden llegar a sumar 20 años (primaria 6 años, secundaria 5 años más, la universidad al menos 5 años, post grados 2-3 años promedio, magister igual que el postgrado al menos). Sin embargo, no existe una sensibilidad de formación profesional, a lo largo de este tiempo de formación académica. ¿Y dónde queda aquellos valores y comportamientos del individuo que le ayude a su vida profesional? Al parecer los sistemas educativos actuales no contemplan esto, son fríos y vacíos en muchos aspectos de crecimiento personal.
En algunos países de América Latina, en donde la educación es muy deficiente, porque simplemente no hay acciones y planes especiales que se enfoquen en desarrollar mejoras en los currículos educativos, así como inversiones en recintos educativos con las adecuaciones pertinentes. Es por ello, que hoy existen profesionales de bajo nivel educativo, que consecuentemente, al no tener una formación educativa acorde a la realidad, competencia y necesidades del mercado, éstos van creando ambientes laborales tóxicos y hostiles, porque no tiene la capacidad como de hacer sinergia profesional en su entorno, o sea, no socializa laboralmente y aun menos trabajan en equipo. Y es allí donde el comportamiento del empleado es cuestionado, muy especialmente se habla mucho de la actitud que adopta. Y esto puede ir desde el rango más bajo al más alto de la organización, concluyendo lamentablemente en una baja productividad y eficiencia, además de otros aspectos como desmotivación, falta de identidad, de compromiso, de ética, de respeto, de criterios, de iniciativa, entre muchos otros.
Caso contrario se puede observar en países como Canadá, Japón y Suecia, en donde en el ámbito laboral han alcanzado niveles satisfactorios y en donde el empleado tiene una mejor manera de acoplarse y programarse a su entorno laboral y profesional, sin afectar su vida personal. Esto tiene que ver sin duda a otro formato de educación y por supuesto a otro nivel cultural, en donde el respeto hacia el ser humano está en un primer plano, como el principal recurso de una organización.
Ahora bien, primeramente, definamos ¿Que es ACTITUD?:
“Una actitud es una disposición mental y neurológica, que se organiza a partir de la experiencia que ejerce una influencia directriz o dinámica sobre las reacciones del individuo respecto de todos los objetos y a todas las situaciones que les corresponden”.
Floyd Henry Allport (1890 - 1978) Fundador de la psicología social
“Una actitud se define como una disposición psíquica, para algo o hacia algo, disposición que representa el antecedente interno de la acción y que llega a organizarse en el individuo a través de la experiencia –vale decir, es adquirida- y resulta de la integración de elementos indiferenciados biológicos y de elementos socioculturales específicos".
Gino Germani (1911 - 1979) Sociólogo italiano
Entonces podemos concluir afirmando que, la ACTITUD es el comportamiento del individuo, que lo motiva hacer cualquier labor, orientado hacia acciones concretas para alcanzar sus objetivos y metas.
Cuando hablamos de actitud, estamos hablando de motivación, acciones, objetivos y metas que quiere obtener el individuo. Si esto lo llevamos al campo laboral, podemos decir que la ACTITUD LABORAL es:
La actitud que tiene el empleado frente a las tareas asignadas, las cuales pueden afectar de manera positiva o negativa el desempeño general de su entorno laboral.
Es cierto que, desde el punto de vista psicológico, el individuo al tener una actitud positiva o negativa en su ambiente laboral, este obtendrá buenos o malos resultados.
Sin embargo, un empleado con muy buena actitud y apto para el cargo, no podrá hacer mucho si su entorno hay una actitud contraria a la de éste. Allí llega a suceder que este empleado no engrana con su entorno y éste he visto como un empleado problemático o que no cumple con lo esperado.
En los ambientes laborales hostiles y tóxicos, la actitud positiva y emprendedora no está bien vista, ya que se han creado vicios laborales, que han sido creados bajo el consentimiento de los que dirigen la organización.
También al existir colegas, jefes y superiores que se sienten intimidados por la buena actitud de un empleado, este se ve amenazado laboralmente y es allí en donde se inicia un conflicto complicado a nivel de competencia, en donde puede llegar al plano personal y normalmente éste empleado con buena actitud, termina visto mal y seguidamente despedido, sin importar su talento y potencial.
Cuando se habla de actitud positiva, también se habla de respeto, ética, liderazgo, motivación, identidad, compromiso, empoderamiento, productividad, eficiencia, dinamismo, humildad, característica que se pueden obtener de los empleados de la manera más fácil; aplicando una política bien dirigida y consistente hacia el recurso humano, en donde exista estabilidad y seguridad laboral, además de un crecimiento o plan de carrera profesional que se garantice a largo plazo.
Por el contrario, cuando un empleado tiene mala actitud este deberá ser observado constantemente y tomar una decisión rápida, ya que puede influir negativamente en el entorno laboral. Para ello se debe buscar la manera de saber el motivo de su actitud, luego negociar para mejorar este comportamiento y de no cambiar deberá ser retirado.
Los ambientes laborales de las organizaciones son muy variados y muchos de ellos nunca se han actualizados a los mecanismos y recursos del mundo de hoy. La actitud laboral, es un comportamiento importante que debe tomar en cuenta el empleador desde el momento de la entrevista del futuro empleado. Los procesos de reclutamiento también juegan un papel muy importante en la actitud laboral. Muchas veces el reclutador solo ve el perfil académico, no toma en cuenta el perfil profesional, la experiencia y la actitud del entrevistado.
Un colega, hace muchos años me dijo esta frase:
“Sin actitud no estas apto para ningún reto; así que los retos en tu vida, los enfrentas con actitud”
Así que la actitud en el campo laboral, deja mucho que hablar y es tu valor agregado a dónde quieres llegar profesionalmente. Es verdad que hay organizaciones en donde nunca llegas a encajar, debido a que no dejan aflorar la actitud que se quiere mostrar y solo quieren hacer lo mismo de siempre, por tal razón hay que mantener la constante búsqueda de donde puedas mostrar tu mejor actitud y crecer en todos los aspectos como individuo.
Con buena actitud se pueden hacer cosas grandes, mejorar los procesos, implementar iniciativas con buenos resultados, hacer cambios positivos, en donde se pueda lograr las metas y objetivos para el beneficio colectivo de todos.
La actitud también abarca el campo personal y es la esencia de lo que podemos lograr hacer. Sin embargo siempre hay que estar claro que la actitud va estar vista desde diferentes aristas y es eso, en lo que debemos tomar en cuenta hacia donde y como enfocar esa actitud.
“El cielo no es el límite, es el comienzo de algo mejor y se asume con la mejor actitud”