Suárez y Messi, sus vecinos y amigos en Castelldefels, no ven mal que se quede. Arthur o Neto están también cerca del brasileño en estos primeros días.
Los enemigos de Philippe Coutinho no están en el vestuario del Barça. En todos los titulares estos días por su adiós frustrado pese a los intentos del club azulgrana y sus agentes, Coutinho es un jugador señalado en las oficinas del club, que le ha elegido para hacer caja y compensar el gasto de Griezmann después de su floja temporada pasada, y también por la grada, que no le ha perdonado su mal juego y menos que se encarase con la tribuna del Camp Nou después de marcarle un golazo al Manchester United en los cuartos de la Champions, uno de los pocos momentos en los que ha demostrado su verdadera talla como el futbolista.
Pero todo el ruido alrededor del entorno de Coutinho se vuelve paz en el vestuario. Primero, tiene un entrenador al que no le molesta. Valverde entiende la necesidad de club de vender al jugador, pero lo tiene en estima. Es más, lamenta no haber conseguido sacarle más rendimiento en este año y medio. "Contamos con él", dijo en su papel después del partido de Miami ante el Nápoles. Pero si no queda otra salida, será uno más para pelear un puesto a Griezmann y Dembélé en los costados de la delantera.
Pero donde realmente tiene su guardia de corps Coutinho es en el vestuario. Y no son cualquiera. Messi y Suárez, vecinos del brasileño en Castelldefels, mantienen una gran relación con él hasta el punto de que algunas fuentes sostienen de que los directivos del Barcelona han recibido el mensaje de que prefieren que el brasileño siga con ellos la próxima temporada. Poco expresivo en el campo y fuera de él, la discreción de Coutinho agrada a tipos como Messi, que el año pasado recriminó al público sus pitidos al jugador en pleno Barça-Liverpool de semifinales de Champions. Luego, Messi lamentaría una oportunidad fallada por el brasileño en Anfield después de una asistencia suya. Cómo habría cambiado el cuento...
Además de Messi, Suárez, amigo del interior desde Liverpool, está cerca de él estos días en Estados Unidos. Y tiene más socios. Neto dijo el otro día en Miami: "Rezo porque Coutinho se quede, es un gran amigo mío". Y Arthur le pidió que "sea feliz" pero mantiene que el brasileño se quiere quedar: "Es mi deseo porque es un crack". Jugador de carácter tímido y al que cuesta rebelarse ante los acontecimientos, Coutinho es sin embargo un jugador querido por lo general en los vestuarios. Goza de buena fama en el Barça como la tuvo en el Liverpool y como la mantiene en la selección brasileña. En el Barça, sin embargo, la cosa se fue torciendo hasta esta calle sin salida que ni su guardia de corps parece capaz de revertir.