Es muy raro que una película de superhéroes logre ser buena como filme y como adaptación, pero Batman: Return of the Caped Crusaders, la carta de amor que DC Comics y Warner Bros. le dedican a los fans de la serie de Batman del ’66, triunfa como ambos, recapturando la esencia y pormenores del ítem genuino, al grado que pareciera su verdadero episodio final, al mismo tiempo que le saca el máximo provecho a los actores que quedan del elenco original —Adam West, Burt Ward, y Julie Newmar— y comenta incisivamente sobre la visión contemporánea de Batman.
Calificación: 4.5 de 5
Existen múltiples caracterizaciones de Batman, y muchas de las oscuras han sido excelentes, pero también lo fue la serie televisiva de los 60s, creada por William Dozier, y producida por 20th Century Fox para la cadena ABC. Además, no solo rescató a Batman del olvido e intrascendencia, sino que lo convirtió en un ícono cultural, al nivel de los Beatles y James Bond. Esta es la razón por la que estrellas como Vincent Price, Burgess Meredith, Milton Berle, o Eli Wallach accedieron a formar parte del show, mientras otros, como Frank Sinatra, se quedaron con las ganas. Sin el Batman de Dozier no habría Supermán de Donner, Batman de Miller, u Hombre Araña de Raimi.
La importancia del Batman de Dozier es sutilmente establecida desde las primeras imágenes de Batman: Return of the Caped Crusaders, que adaptan portadas clásicas de los cómics tal como lo hacían los guionistas originales del show. Pese a que se haya propagado el mito de que Dozier hizo blando al personaje, en las primeras tres décadas de publicación de Batman tan solo hay una docena de historias de tono violento, la mayoría durante el primer año, mientras Bob Kane y Bill Finger aún no lo habían definido bien.
Return of the Caped Crusaders se dio en el momento perfecto, ya que coincidió con el 50º aniversario de la serie de Dozier, Warner Bros. estaba en posibilidades legales de producirla, West, Ward y Newmar estaban disponibles para prestar su voz, y la animación contemporánea ya era suficientemente buena y costeable para recrear el universo original. Cabe mencionar que, además, DC Comics ha estado haciendo cómics basados en la serie desde el 2014.
El formato resultó perfecto, ya que la animación, además de muy fluida y consistente (en ningún momento se sienten trabas o errores1)), permite un estilo y diseño de personajes realista que emula la serie original, al mismo tiempo que logra cosas que esta nunca hubiese podido, como escenarios extraordinarios o poner a una gran cantidad de “estrellas invitadas” en el mismo cuadro.
El dominio y aprovechamiento del medio (animación) para expresar la historia perfecta no es de sorprenderse, ya que el guión estuvo a cargo Michael Jelenic y James Tucker, ambos veteranos productores y todólogos del departamento de animación de Warner Bros. desde tiempos de Batman: La Serie Animada, y notorios por producir Batman: The Brave and the Bold, serie en la que también se revaloran las versiones clásicas de Batman. Jelenic es, además, productor y escritor de Teen Titans Go!, lo que explica su destreza como humorista.
El guión toma como ventaja tanto el cambio de medio fílmico, como las diferencias culturales el tiempo transcurrido desde que la serie original acabó en 1968, para generar refrescar el mismo estilo de humor. La serie de Dozier hacía humor seco al adaptar las idiosincrasias y absurdos de los comics al film, en cambio, la nueva película hace humor seco al adaptar las idiosincrasias y absurdos de la serie de Dozier a la animación. Por ejemplo, el tipo de ángulos de cámara son muy parecidos, solo que la nueva película muestra cómo se enchueca en las escenas de pelea.
La cantidad de ‘huevos de pascua’ y referencias es increíble; Jelenic y Tucker no solo recordaron personajes y datos oscuros de la serie2), sino que hasta metieron algunos de los cómics antiguos.3).
El logro más grande de Turner y Jelenic fue recapturar estilo al que le rinden tributo y al mismo tiempo adaptarlo a los tiempos. Para muchos hubiese sido una tortura (ciertamente para Zack Snyder cuando adaptó a Superman, según sus propias declaraciones: “Even when we were working on Man of Steel, I was like, Gosh, what are we going to do with this guy? He’s a pretty tough cookie.”), pero para ellos claramente fue el encargo más divertido que pudieron recibir, y su entusiasmo se nota. En lugar de aplicar la clásica estrategia de Hollywood de pimpear lo clásico con violencia, seriedad o deconstrucción, decidieron hacer lo opuesto; tomar el estilo tal cual y hacerle ajustes mínimos para conectar más con la audiencia moderna, la cual, después de todo, es la que pide el revival.
De izquierda a derecha Burt Wart (Robin / Ricardo Tapia), Adam West (Batman / Bruno Díaz), y Julie Newmar (Gatúbela) en la Comic-Con de Nueva York del 2014.
No hay restricción que Jelenic y Turner no hayan convertido en ventaja, no solo le sacan partido a que las únicas estrellas sobrevivientes sean Newmar, Ward y West, sino modelan la premisa y el plot en torno a ellos para cerrar cabos sueltos de la serie. Todo dirigido a una idea principal que hace un excelente comentario sobre la interpretación moderna de Batman y el valor de la versión de los 60s, que como los créditos de apertura nos comunican, es una adaptación literal de los comics —por más que le duela a los que solo son fans de autores como Miller o Moore.
En contraste, el Pingüino, el Guasón y el Acertijo quedaron poco definidos, al grado de que sus líneas podrían ser intercambiables y parecen un mismo rol de villano en tres distintos personajes, pero ni esto podemos considerar un desacierto, pues esto sucedía con frecuencia en la serie y en los comics de la era de plata, al grado que, salvo Gatúbela, todos los villanos eran caracterizaciones distintas del mismo personaje. Estamos acostumbrados en Pensar en el Guasón como el más despreciado por Batman, mientras que los demás le merecen distintas emociones menos drásticas, pero en la serie de Dozier no funciona así: en su propio capítulo, cada villano es el peor que podría enfrentar el dúo dinámico, y cuando hacen equipo, se distinguen por caracterización pero no por rol.
Entre los detallitos ausentes, está la música de fondo original, la ausencia de cameos de celebridades (mientras gente como William Shatner, Paul McCartney o, mejor, Don Rickles aun sean una posibilidad), y la apariencia de algunos personajes fue modificada. 4)
La película se estrenó este pasado 6 de octubre en el New York Comic-Con, se proyectó en cines en EEUU el día 10, se lanzó en digital el 11, y se distribuirá en DVD y Blue-Ray a partir del 1º. De noviembre.
Aun no se tienen los datos de taquilla y ventas (actualizaré esta publicación cuando los den a conocer), pero la crítica ha sido muy entusiasta, dándole reseñas que no solo la califican como mejor que las adaptaciones de Batman de este año (Batman v Superman, Suicide Squad, The Killing Joke; todas, en contraste, con un tono violento y serio), sino como una de las mejores en muchos años.
El proyecto tuvo un tino impecable en demasiados aspectos que permitieron una fabulosa entrega, que contribuirá a enriquecer la perspectiva de Batman, y con el de las futuras adaptaciones de superhéroes, y en general, de los protagonistas que queremos en nuestra cultura popular.
He’s the hero Gotham deserves, but not the one it needs right now.
Excelente reseña "ar-t" muy clara y con conocimiento profundo del tema, te felicito, estoy dando un upvote y resteem de este post para mis seguidores!
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