Ocurre cada año el 27 de diciembre y el 6 de enero, en la ciudad de Cabimas, estado Zulia, al son de los tambores. Se baila al Santo Negro como es conocido por los devotos, es una fiesta tradicional que ha permanecido en el tiempo a pesar de todas las cosas, les comentare mi versión pues desde niña crecí, con la devoción al Santo, me llevaban incluso antes de nacer, en realidad vivir la experiencia, entremezclarse en la muchedumbre, escuchar la misa, ver la bajada o cuando lo entregan a los cargadores, en un acto que si bien es de mucho colorido, hay tanto licor como misticismo.
Fuente: Panorama
Existe una mezcla entre lo religioso y lo pagano cientos y cientos de personas aun asisten por devoción, creencia, sanación, convicción dogmática de la santidad de Benito, sin embargo, es común ver grupos que solo van por la diversión, la fiesta, el baile compartir con amigos y ajenos , lo cierto es que se han contabilizado en sus fiestas más de trescientas mil personas tal como lo reseña la prensa local (https://es.calameo.com/read/000097065ea8892ddfe54)
A parte de colorida es una fiesta hermosa donde se puede apreciar familias completas, comparsas de personas con vestimentas poco usuales, pelucas gorras o incluso franelas que se mandan hacer para esa ocasión, así mismo se ven vendedores de toda clase de insumos como lentes, sombreros, pitos, maracas, sonajeros, mango verde (viagra), jugos de papelón con limón, limonada, agua en bolsitas, vasos, cervezas de todas las marcas, ron, aguardiente, cocuy, y pare de contar es decir un largo etc.
Fuente: La Verdad
El Santo sale en dos direcciones, Ambrosio y la Rosa; recientemente, por cierto los 6 de abril también sale en dirección a los Laureles, pero lo tradicional es vivir la algarabía en diciembre y en enero, como decía anteriormente, desde mi infancia mi abuelita me contaba que era muy diferente pues bailaban al santo lo introducían en el lago, al son de los tradicionales tambores y con el sonido de las flautas de pan (son realizadas con madera de bambú totalmente artesanales), las mujeres portaban todas unas faldas elaboradas con palmas de coco que se las colocaban alrededor de su cintura, y al salir del agua eran las encargadas de recoger el licor que llevaban las personas para bañar al santo como símbolo de promesa, se recogía en grandes envases llamados poncherones, para luego ser vertido en frasquitos de vidrio, que eran etiquetados, se repartían a las personas que tenían dolencias, para que se untaran o dieran masajes en la parte afectada; con el transcurrir del tiempo esa tradición se perdió; aunque esa costumbre de recoger el licor persiste en algunos lugares como Timotes de agua y en Bombures aun lo meten en el agua y se puede observar una que otra flauta, sonando al son de los diferentes repique de tambor.
Fuente: Noticias al día
Es realmente impresionante ver personas de muchas latitudes que se acercan hasta Cabimas, Estado Zulia, Venezuela, para poder participar en las tradicionales bajadas de San Benito y así pagar sus promesas, bailar, ver, tocar, vivir la emocionante aventura de participar en estas fiestas hermosas, llena de matices, donde el agradecimiento, las promesas, alegría, pasión, unión, solidaridad, son los grandes protagonistas, si no has disfrutado de estas fiestas entonces no esperes más y si Dios lo permite este 27 de diciembre nos vemos en San Benito.
;) Simplemente yo.