Es una costumbre venezolana pedir la bendición a nuestros padres, abuelos, tíos, padrinos inclusive a los mejores amigos de nuestros padres a los cuales no enseñaron a decirles tíos, por lo general esta acción la realizamos para saludar o despedirnos de nuestros mayores.
Esta costumbre viene acompañada de una postura corporal, con la manos juntas a la altura del pecho y en dirección a la persona a quien se la pedimos.
Es un privilegio pedir bendiciones y es un acto de amor concederla, porque cuando bendecimos a otros también estamos siendo bendecidos nosotros mismos.
Esta reflexión me ha venido a la memoria con la muerte de una tía, y sacando mis cuenta ya solo tengo tres persona adultas de mis familiares a quien pedir bendición.
Pedir la bendición aunque usted no lo crea hace falta, yo añoro y daría cualquier cosa por volver a ser bendecido por mis padres (difuntos), sobretodo la de mi mama, la cual además de sus palabras dulces y suaves iba acompañada de la señal de la cruz en dirección del hijo que se la solicitaba.
Particularmente en mi familia con mis hijos y mis sobrinos, hemos defendido y enseñado esta costumbre, porque además de ser un acto de disciplina y respecto por nuestros mayores, es un acto lleno de amor.
Sin embargo puedo mirar con mucha preocupación como en alguna familias, algunos hijos reciben a sus padres con un "HOLA" y los despiden con un "CHAO", rompiendo esta tradición de siglos.
Yo no sé si esta costumbre es solo venezolana o también la tienen otros países, tampoco se si esos otros países la defienden como nosotros los venezolanos, solo se que debemos mantenerla a costa de lo que sea, porque Bendecir es una caricia al alma, es un susurro a los sentidos, es un beso de los ángeles, Bendecir es Divino porque bendecir viene de DIOS.
Dios los bendiga a todos................................Francisco Franco