Parte 1

A la conquista de islas autónomas

Hakim Bey presentó en Zona Temporalmente Autónoma (TAZ) una visión diferente del sueño anarquista, proyectado ahora en espacios virtuales haciendo uso del, para aquel entonces, naciente fenómeno del Internet.

Este ensayo presentado en 1991 nos muestra una nueva perspectiva de la utopía de libertad que persiguen los anarquistas, tomando en cuenta no solo las nuevas tecnologías sino también los ejemplos de pequeñas comunidades en nuestra sociedad que han conseguido, aunque brevemente, conquistar ese sueño.

“ … cónclaves de eco-saboteadores, la idílica Beltane10 de los neopaganos, las grandes conferencias anarquistas, los círculos gays... Las fiestas de alquiler en Harlem en los 20, los nightclubs, los banquetes, los antiguos picnics libertarios --debemos reconocer que todos ellos han sido ya «zonas liberadas» de algún tipo, o por lo menos TAZs potenciales. Ya abierta a sólo unos pocos amigos, como una fiesta-cena”.

La fiesta-cena es un concepto tomado prestado directamente del autor Stephen Pearl Andrews, quien describía la aspiración de su forma individualista del anarquismo como una fiesta-cena familiar donde toda figura de autoridad se ve deformada durante cierto periodo de tiempo y se disuelve por el entusiasmo de la celebración, permitiendo una estructura social más equitativa, dónde una familia nuclear parecería más una banda sin líder.

Uno de los puntos importantes que Bay señala y toma en cuenta es la preferencia por la revuelta por encima de la revolución, pues considera que este momento es mucho más favorable para la concepción de una Zona Temporalmente Autónoma que la revolución que termina retomando las estructuras sociales regidas por algún tipo de autoridad.

Pero se deja ver en el trabajo de Bay que hay formas discretas para desarrollar esta rebelión. Como bien lo explica, estos espacios han existido muy a pesar del control social en espacios aislados y concebidos de cierta forma clandestina.

Desde un punto de vista sensato, pareciera que el Internet como lo conocemos hoy no es un espacio ideal para que nazcan estas zonas. Surge aquí un problema a resolver: ¿Cómo sortear los controles que se imponen en Internet?

La respuesta parece obvia, y Bay plantea algunas posibilidades aclarando que no existe un modelo único para alcanzar este objetivo. De hecho, ya que las TAZs han existido dentro y fuera de la red, se puede decir que ya han sido explorados diversos modo de implementarlas.

Retomando el ejemplo de los piratas, podemos encontrar que crearon sus zonas temporalmente autónomas en islas poco conocidas y escasamente exploradas. De la misma forma es posible crear islas en la red que encajen en la definición de TAZ.

Algunos servidores ya se han denominado como zonas temporalmente autónomas. Si bien la mayor parte de internet está controlada por normas y estructuras jerárquicas totalmente incompatibles con lo que una zona temporalmente autónoma debe ser, ya hay osados anarquistas cibernéticos que le han dado forma a las condiciones adecuadas y experimentan esta autonomía de forma satisfactoria en estos espacios.

Uno de estos es el sitio riseup.net, que según su propia descripción “proporciona herramientas de comunicación online para gente y grupos que trabajan en un cambio social libertario.” Riseup Persigue la autonomía y control de sus propios medios de comunicación proporcionando un servicio de correo electrónico libre de monitoreos asegurando la privacidad y seguridad que otros servicios privados no ofrecen.

Otro ejemplo sería el sitio sindominio.net, nacido de la necesidad de espacios seguros para compartir información y sacar provecho al uso del software libre. Este sitio esta comformado por colectivos y comunidades que aprecian escapar de los controles que intentan imponer en los medios tecnológicos y lo ha estado consiguiendo desde 1998.

Usando dos tácticas diferentes estos sitios nos abren las puertas para conquistar esa libertad excepcional que las zonas temporalmente autónomas pretenden ser.Para que estas islas existan en la red hacen falta personas dispuestas a crearlas.

Fuente

Se debe entender que tener acceso a sistemas como estos no nos liberan de las estructuras de poder y jerarquía que coaccionan nuestra libertad, pero sí nos alejan de estas, o al menos logran brindarnos una breve pero efectiva vía de escape. Sin animos de ser conformista, esto tiene ciertas ventajas importantes.

Y es que resulta mucho más conveniente y práctico hacer de estas zonas espacios reducidos y, en consecuencia, controlables. Además, para mantener estos sitios abiertos hacen falta recursos económicos. El mantenimiento de los servidores depende de donaciones e inversiones que no retornan ningún beneficio económico.

Lo positivo es que a pesar de la dependencia de las zonas temporalmente autónomas a recursos económicos, esto no afecta el equilibrio antijerarquico que se concibe en estas zonas. Algunos soñadores creen en el valor de estos sitios experimentales y donan lo suficiente para sostenerlos sin esperar una posición o trato especial dentro de estas comunidades.

Cabe destacar que aún no hemos llegado a aprovechar al máximo los medios digitales ni hemos llegado a descubrir más que una mínima fracción de las formas en que las zonas temporalmente autónomas pueden materializarse.

Sin importar el camino, lo que persigue el concepto de TAZ es la conformación de pequeñas tribus, sociedades aisladas que rechazan la estructura social en la que se han visto inmersos toda su vida. Por ello, un escape a un ambiente realmente libre les resulta tan tentador como para estar constantemente luchando por conseguirlo, y no solo como algo parcial y momentáneo sino como zonas permanentes.

Pero esa sería una conquista mucho más complicada de sostener. De ese modo resulta preferible la conformación de TAZ y por ello su existencia es más común.