“Te daré un libro que te ayudará a pensar” algo así fue lo que mi querido abuelo me dijo un día que discutíamos sobre el pensamiento y la reflexión a lo cual reaccioné encantando diciendo algo como “¡increíble! Muero por leerlo” mientras en mi mente pasaba todo el cerro de libros de mi cuarto que esperan por mí. A un abuelo nunca se lo hace esperar, peor aún si es un tema de educación, así que deje a un costado todo lo que estaba leyendo e iba a leer y empecé con “Discurso del método” de René Descartes.
Que tipo tan fabuloso y fuera de la caja. Más que un libro de filosofía me parece que estoy leyendo un libro de comedia, no paro de reír de lo que él cuenta en su libro, es todo un rebelde pensador, que decidió hacer todo lo contrario a lo que hacían los pensadores en su época.
Lo que hoy, René (ya lo siento amigo mío) me dice principalmente es “duda de todo, hasta de ti mismo si es posible, y luego existe” mientras no haya forma de comprobar de lo que estás diciendo es verdad o no, duda. Lo más interesante, es cómo me dice esto y va más o menos así “Para poder desaprender todo de lo que ya sabía, decidí dejar los libros, las clases retóricas y empecé a viajar, a conocer y aprender lo que me contaban pero por mí mismo”.
No puedo dejar a un costado lo más valioso que me va enseñando hasta ahora, y no se ha demorado mucho. Siento, cuando leo a René que me transmite el mensaje de manera clara, como si estuviéramos charlando, sentados frente a frente, guiándome como pensar. Es como llenar un formulario para saber si voy por lo correcto o no.
He ahí cuando aparece el método, cuatro simples pasos para llevar una reflexión profunda y ordenada.
Primero! La regla de la evidencia: Aceptamos como verdadero todo aquello que sea claro y distinto.
Segundo! Regla del análisis: Divido el problema que se me presente en la mayor cantidad posibles que sea dividido, así en el momento de buscar solución, será más sencillo.
Tercero! Regla de la síntesis: Mis pensamientos los ordeno, de lo más simple a lo más complejo, así en el momento de transmitir una idea, o desarrollarla como tal, será clara.
Cuarto! Regla de la enumeración: Para cumplir el método, debo de enumerar los tres pasos mencionados y asegurarme de haberlos cumplido.
Cuando leí esto, por deducible que parezca, me levanté y aplaudí a mi amigo sentado frente a mí, lo vi y le dije ¡Gracias!