Hola, amigos de Bloque64.
Hoy les hablaré de lo que se está haciendo en mi país por lograr una cura para esa enfermedad que se extiende por todo el orbe como la peor pesadilla de este siglo.
El Centro de Biopreparados (BIOCEN) entidad que mantiene altos estándares de calidad, es el encargado de producir un fármaco llamado Interferón Alfa 2b, que si bien no es una cura definitiva ni detiene por completo los efectos del nuevo coronavirus, sí es efectivo como uso terapéutico.
Desde la carretera Beltrán, del municipio Bejucal, Mayabeque, donde se encuentra enclavado el Centro, su personal científico y técnico trabaja contra reloj para elevar la producción del fármaco y satisfacer la demanda creciente.
Según explicó el periódico Granma (https://www.granma.cu) Tamara Lobaina Rodríguez, directora general de la institución, “Entre las misiones que se le ha dado al Biocen, desde el momento en que apareció la covid-19, que afecta a nuestro país y al mundo, está la fabricación de dos de los 22 productos para combatirla: el Interferón líquido recombinante, del cigb, y la Biomodulina t, un producto propio de nuestro centro”.
Por otro lado, en los últimos años en las plantas de Biocen se fabrican fármacos de gran utilidad como: Heberprot-P, Heberbiovac hb, Heberferon, Heberkinasa, Heberpenta-l, Quimi-Hib, Heber-Nasvac, del CIGB; las vacunas Vax men (acw y acw 135), VAMENGOC bc®, vax (tet y tet-5), del Instituto Finlay; iorEpocim, cimaher (Nimotuzumab), CIMAVax e iorLeukocim, del CIM; entre otros.
Todos estos productos, de gran valor, se han logrado a expensas del embargo, o como aquí le llamamos: el bloqueo, que en su esencia no es más que una infinidad de restricciones, unas codificadas en la legislación norteamericana y otras en forma de órdenes ejecutivas, que obstaculizan la adquisición de productos y otros insumos esenciales para la experimentación científica.
Pero los científicos del Centro no se detienen. Tal vez sean ellos los que encuentren la cura. En hora buena.