Es innegable que con los grandes avances tecnológicos que el mundo ha visto hasta el día de hoy, se han facilitado tareas que hasta hace unos siglos eran desgastantes y requerían de mayor mano de obra y tiempo para poderlas realizar; desde la invención de la rueda, la capacidad de crear fuego, la agricultura, la creación y el uso de herramientas, hasta la aparición de las maquinas, la computadora, la internet y la nanotecnología entre otros, se dio un gran salto evolutivo que permitió controlar gran parte de los desafíos que nos rodean, adaptarnos a cambios que una población en crecimiento enfrenta, y permitir la búsqueda constante de avances que minimicen nuestros esfuerzos físicos, brinden una mejor “calidad” de vida y la solución a nuevos retos que como especie aun debemos superar. Cabe destacar los avances en medicina, que de manera casi milagrosa han logrado traer esperanza a millones de personas que vieron frustrados sus sueños en algún momento de sus vidas, y que realmente son provechosos al demostrar una utilidad mas allá que comercial o económica, y no como otro tipo de desarrollos que más allá de ser considerados avances, son maneras o estrategias para lograr que el ser humano deje de pensar por sí mismo, y dependa de la tecnología para hacer trabajos que en algún momento hacíamos sin necesidad de ella.
Actualmente se ha vuelto en una constante que el ser humano acuda a los diferentes dispositivos para hacer una sencilla operación matemática, para conocer nuevas personas, para tener “encuentros” sexuales, incluso para escapar de la realidad, como si estuvieran evitando usar los instintos y las capacidades que nos permitieron evolucionar o simplemente como víctimas de un plan que pretende lograr precisamente eso, alejarnos de nuestra humanidad y conciencia.
Es imposible escapar a los beneficios y utilidades que nos ofrecen los adelantos tecnológicos, y más cuando nos permiten tener más “tiempo libre” y quizás usarlo en nuestras familias o seres queridos, pero en la realidad nada de esto se cumple y en vez de ser menos esclavos, nos encontramos mucho mas hundidos y dependientes que antes, con mas posibilidades pero menos libertad.
¿Qué sucederá el día en el que toda la tecnología que conocemos y de la cual dependemos, desaparezca? ¿Seremos capaces de sobrevivir sin la necesidad de acudir a las tecnologías actuales?
Desde el instintivo y básico hecho de conseguir y preparar nuestros alimentos, hasta poder encontrar soluciones a situaciones cotidianas, el ser humano actual depende casi que totalmente de los medios que no brinda el sistema, lo que se convierte en un peligro mortal por ir olvidando y perdiendo esos conocimientos básicos de sobrevivencia que cualquier ser vivo debería tener y usar para esos momentos en los que nos encontremos sin las comodidades que nos acompañan a diario.
El sistema busca el embrutecimiento del ser humano, volverlo un adicto al sistema y dependiente de la tecnología para poder llevar su vida normal, algo que millones en el planeta no entienden y no captan por desconocer los planes de la elite global que nos gobierna, que entre sus objetivos busca formar al esclavo y borrego perfecto, un ser que no piense, un ser que solo viva de acuerdo a los lineamientos y condiciones que le impongan, un autómata sin instintos, sentimientos, pensamientos, creencias y totalmente vacio.