Poesía de Andrés Bello.

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Andrés Bello es considerado como una de las figuras más importantes de la literatura no solo venezolana sino latinoamericana. Dedicó gran parte de su vida a las letras y el mundo ha reconocido esa gran labor, es por ello, que en Venezuela el 29 de noviembre día de su natalicio se celebra el Día del Escritor. Fue profesor y amigo del Libertador Simón Bolívar, viajó por el mundo y en su etapa londinense aunque fue un poco agitada escribió dos de sus poemas más destacados en la literatura como lo son: Alocución a la Poesía y Silva a la agricultura de la Zona Tórrida. En ambos poemas, se encuentran múltiples características pertenecientes al neoclasicismo, rechazando lo fantástico y dándole mayor importancia a la moral, la crítica y la didáctica.

En “Alocución a la poesía” Andrés Bello, hace un llamado a la poesía para que tome como musa a América, ese maravilloso lugar que descubrió Cristóbal Colón dejando a un lado Europa. Al describir América, se emplea la isotopía de la naturaleza, a través de la selva umbría, los montes, verde rama, bosque enmarañado, el sesgo río, las flores; la isotopía de victoria mediante la coronada hidra amenaza, divina poesía, rey del cielo, los valles de Chile afortunado, que enriquecen rubias cosechas; asimismo se presenta el patriotismo, ese amor por América con dulce pico endechas de amor canta, esta región de luz, las riquezas de los climas todos América, patria mía, la tierra natal; isotopía de estaciones con no turban lluvias jamás, ni embravecidos vientos, oye bramar las tempestades, lozana primavera y la isotopía de los metales también se hace presente a lo largo del poema a través del coloso de bronce sacudieron, pocos reserva a vil suplicio el hierro, el trueno del hueco bronce, fiados a la boca los aceros y por último, la isotopía de sentimientos, debido a que, constantemente pone de manifiesto la alegría, y la tristeza así como la añoranza, esto se puede observar en la soledad habitadora, tu nativa rustiquez desama, La libertad sin leyes florecía, todo era paz, contento y alegría, espaciosa soledad errante.

“Alocución a la Poesía” es un poema de 384 versos heptasílabos y endecasílabos, su estructura es desigual, sin rima, a lo largo del mismo, la naturaleza toma gran protagonismo, debido a que, describe las maravillas que posee América y que fácilmente pueden ser las predilectas musas que despiertan la llama de la inspiración de cualquier poeta. De igual forma, se hacen presentes gran cantidad de figuras literarias como la hipérbole “aquel monstruo que la cara esconde sobre las nubes” así como “ya de espeso polvo se cubre el aire, y cerca se oye el trueno del hueco bronce” y el símil: “La música, la dulce
poesía son tu delicia ahora, como un día”.

Por otra parte, tenemos “Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida” un poema que consta de 373 versos con rima, distribuidos en siete cantos en forma de Silva, en el que Andrés Bello busca despertar el sentido de pertenencia que cada persona debe tener por sus tierras, por su lugar de procedencia, asimismo, hace un llamado a cuidarlas y retribuirles todo lo que a lo largo de nuestra vida nos ha dado. Es por ello, que la isotopía de la naturaleza se hace presente en todo el poema a través de las flores, las frutas y los arbustos, esto se puede observar en el siguiente fragmento: “tú la uva das a la hirviente cuba; no de purpúrea fruta, o roja, o gualda, a tus florestas bellas”. De igual manera, se halla la isotopía de las estaciones con “Tú tejes al verano su guirnalda de granadas espigas”, “burla del
viento”. En este poema también se hallan diversas figuras literarias como la sinestesia en “sol enamorado” y el símil en “la libertad más dulce que el imperio, y más hermosa que el laurel la oliva.

En ambos poemas se expande el amor que Andrés Bello sentía por la naturaleza, específicamente al campo. Reconocía y agradecía el trabajo de los agricultores y hacía un llamado a que se valoren las tierras y se le pida a Dios por sus cosechas. A través de Alocución a la poesía, presenta una América joven y rica, con tierras fecundas, climas variados y una magnífica historia capaz de inspirar a cualquier poeta a diferencia de la vieja Europa, aumentando así en nacionalismo americano. En “Silva a la agricultura de la Zona Tórrida” elogia la fertilidad de los suelos y la vida del campo, así como menciona las riquezas naturales por las que todo americano debería sentirse orgulloso.

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