Cuando un bebé llega al mundo, tiene en su cabecita un “casette en blanco”. ¿Recuerdas cuando ibas a grabar canciones y el casette estaba totalmente vacío? Es exactamente así como está la mente de nuestro bebé, libre de pensamientos preconcebidos, de prejuicios, de análisis, de normas, y de todo aquello que pudiera determinar su comportamiento.
Esta es una excelente noticia para todas nosotras, puesto que muchas veces se piensa que el bebé tiene conductas o actitudes determinadas, como cuando oímos “al bebé no le gusta levantarse temprano” o “cuando le nombro los vegetales llora”. Puede que el bebe tenga reacciones que se corresponden con estas ideas, pero no obedecen a estas razones, puesto que aún el bebe no puede realizar ningún análisis, no cuenta con la capacidad cognoscitiva para hacerlo.
Es aquí donde entramos como las forjadoras de estos nuevos seres. Somos las encargadas de insertar los datos que queremos para nuestros hijos, en especial para que sean sanos emocionalmente. A través de este proceso también podemos amoldar las conductas que tendrán. Todo esto se logra a través de las intenciones de nuestros pensamientos y actitudes cuando estamos con ellos. Si, somos nosotras las principales responsables y por lo tanto las creadoras de la personalidad de nuestros hijos.
Partiendo de esta premisa, comienza entonces la bella tarea de formar a los pequeñines para su gran vida. Para lograr los objetivos que nos planteemos con nuestros bebés debemos:
• En primer lugar tener una actitud alegre y positiva, siempre en todo lo que hagamos con el bebe, desde el momento en que se despierta de su siesta hasta que se vuelve a dormir.
• En segundo lugar, debemos cuidar nuestro vocabulario frente a los bebes, y hablarles solo de forma positiva, reforzando valores, cualidades y virtudes (ya dedicare un artículo completo a este tema más adelante).
• En tercer lugar es importante el contacto, los abrazos y las caricias para nuestro bebe, que se sienta amado, protegido, para que crezca con seguridad.
Recuerda que de las actitudes que tomemos dependerá en gran medida el día a día de nuestros hijos, por esto es importante que si algo anda mal en el hogar, en la familia, en el trabajo, la comunidad, el país, etc., esto debemos dejarlo de un lado y enfocar todas nuestras energías en proyectarle un ambiente feliz a nuestros bebes.
Fuente de textos e imágenes de mi autoría.