Volviste a aparecer en mis sueños, estábamos en los campos elíseos que tanto querías conocer, bebíamos vino y estabas tan jodidamente hermosa como siempre. Tenías un vestido que nunca te había visto, era blanco con pequeños detalles dorados que reflejaban la luz del sol junto con una sonrisa que ¡MALDICIÓN! Me dejaba totalmente hipnotizado, pero no era real. Necesito encontrar la razón del porque vuelves a mi mente. El por qué cada vez que asomas tu figura en mi cabeza este mar de emociones vuelve a florecer, tanto buenos como malos.
Puedo decir que por cada razón para estar vivo me das 3 para querer estar muerto y en este momento me gustaría estarlo, pero no importa cuántos labios bese para buscar otra ansiedad o cuantos brazos me estrechen, solo consiguen hacerme recordarte. Todo porque volviste de la noche a la mañana, ruego por mi alma para que sea la última vez que yo esté sufriendo de esta manera por ti. Ya que, de lo contrario, no sé si pueda sobrevivir a esta oleada de emociones.