De ser posible impida que la hinchazón se produzca (si tiene una extremidad en condición de riesgo vea el post de "consejos y precauciones").
Si una extremidad ha sido reducida a su tamaño “normal”, o casi a ese tamaño, y si es mantenida en ese tamaño por un periodo de nueve meses a un año, es posible que muchas de las rutinas que eran obligatorias (por ejemplo prendas de contención y ejercicios etc.) puedan ser reducidas gradualmente. Sin embargo, si se da este caso, es esencial que se mida frecuentemente la extremidad para asegurarse que la reducción esta siendo mantenida. Su terapeuta le enseñará como medir de manera adecuada su extremidad usando un centímetro.
Si estas rutinas han sido reducidas o eliminadas, puede que sea necesario de retomarlas todas rápidamente si es que se inflama la extremidad o una zona adyacente (por ejemplo: infección, trauma accidental, etc.), si es que hay un exceso de carga de fluido (por ejemplo: durante vuelos o viajes largos por tierra). Una prenda de contención siempre deberá estar a mano y ser usada profilácticamente (por ejemplo durante un vuelo). Además siempre tenga a la mano antibióticos si es que usted ha sufrido en el pasado de alguna infección en la extremidad afectada. (Vea el post "Nota sobre las infecciones").
Si tiene problemas persistentes con infecciones por hongos (tinea), entonces vale la pena debatir esto con su doctor y tomar un curso de tabletas orales antihongos (sin embargo esto puede ser oneroso). El cuidado de la piel, manteniéndola flexible y humectada NUNCA debe ser descuidado.
Si no puede vendarse y tiene gran dificultad en llevar una prenda de contención durante la noche, pídale a su terapeuta que le recete una prenda de contención de mismo tamaño pero de compresión menor. De ser necesario, vale la pena guardar una prenda vieja (que ha perdido su elasticidad por el uso) para este propósito. Si su extremidad se reduce durante la noche, sin el uso de una prenda de contención, es probable que no necesite llevarla puesta de noche. Sin embargo esto no es aconsejable durante los primeros 9 a 12 meses después del curso de tratamiento intensivo de la terapia linfática compleja, mientras que la extremidad se está estabilizando.
Si su extremidad no se ha reducido a un tamaño razonable durante el primer curso intensivo del tratamiento de la terapia linfática compleja, puede ser que desee regresar para un segundo curso intensivo (unos 6 a 12 meses después de haber concluido el primero)
Si tiene la mala suerte de tener una infección en la extremidad afectada después del curso intensivo y que la hinchazón producida es de tal magnitud que ya no puede colocarse la prenda de contención, puede necesitar de unos cuantos días de tratamiento intensivo, después que haya cedido la infección, para poder usarla nuevamente. En cuanto le sea posible, venda la extremidad y haga un mínimo de ejercicios (por ejemplo flexionando hacia atrás y hacia delante el pie o formando un puño con la mano)
Si usted ha tenido un problema con cualquier forma de terapia:
Por favor comuníquelo de inmediato a su doctor y a su terapeuta. Muchos pacientes molestos con un resultado, no lo hacen saber a la persona o grupo que lo recomendó. Sin tener conocimiento de la consecuencia adversa o del pobre resultado obtenido, el doctor o terapeuta considera que todo va bien, y que la terapia fué un éxito –asimismo, este problema puede repetirse con el paciente siguiente. Es importante comunicarlo, ya que así se puede arreglar el problema bastante fácilmente ¡y así salir todos beneficiados! por favor manténgase en comunicación constante con los profesionales de la salud que lo atienden y díganles cuando han tenido un buen resultado y cuando han tenido uno que no sea satisfactorio, este es un importante medio para todos nosotros de avanzar en la calidad y eficacia de sus tratamientos.
Debemos enfatizar nuevamente la necesidad de cooperación por parte de los pacientes. No importará lo bueno que sea el terapeuta o la terapia, el paciente DEBE cumplir con su parte con respecto a la utilización diaria y mantenimiento adecuado de las prendas de contención (y su reemplazo cuando sea necesario), o con respeto al cuidado de la piel, los ejercicios diarios, o la toma de antibióticos de presentarse una infección. De no ser así el paciente no puede pretender mantener los resultados del curso intensivo de tratamiento, ni tampoco lograr reducciones aún mayores después de este.
Los textos de la LAA son constantemente revisados, esta traducción corresponde a la sección originalmente escrita por: John R. Casley-Smith & Judith R. Casley-Smith y corregida por ellos por última vez el 24 de Julio del 2001. Correcciones posteriores fueron aportadas en Febrero del 2007, pero los resultados de investigaciones más actuales todavía no han sido incluidos. Para que puedan acceder a los avances más recientes en este campo se les recomienda consultar la página web del “Journal of Lymphoedema“.
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