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Conocerla fue precioso,
observarla se hizo poco y tuve que
soñarla. Me decidí a
buscarla, sin saber si iba a
encontrarla.
Enamorarla era mi norte. Aunque
desearla era locura, tuve fortuna al
cortejarla con canciones; así pude
conquistarla. Podía
hacerla ser feliz al
acercarla hasta mi pecho.
Abrazarla era un anhelo pues
tenerla mi hacía pleno. Pude
amarla inmensamente y
entenderla como nadie. No
quererla era imposible si al
sentirla me hacía libre. Deseaba

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descubrirla cada día al
disfrutarla siendo mía. Me gustaba
Sorprenderla al
Besarla y
consentirla totalmente. Disfruté
Sostenerla con mi cuerpo y
citarla con mis versos hasta
seducirla para
convencerla de
tocarla, y con besos
excitarla, dándole amor para
elevarla hasta el cielo y
devolverla con el desayuno.

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Perderla destruyó mi mundo, al
sufrirla cada día. Nunca dejo de
pensarla. Necesito
revivirla y
traerla hasta mi cama.

Recordarla es un flagelo y
olvidarla un desafío. No dejo de
extrañarla. Quiero de nuevo
escucharla con su voz dulce y
mirarla al sonreír. Por eso he de
Describirla con mis letra solo por
necesitarla. Es difícil
superarla, y
arrancarla de mi mente. Sólo resta
esperarla y
bendecirla para siempre.