¡Mujer! 

Al leer estas líneas deseo que entiendas que el amor hacia nosotras mismas necesita una puerta de entrada, un punto de anclaje para poder florecer, solo nosotras tenemos esa responsabilidad. Debemos reconocer lo que está sucediendo y aferrarnos a nuestra voz interior y centrarnos en nuestro ser. 

El trabajo interno es una vía al crecimiento real… 

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Solemos confundir el amor, lo cual nos trae como consecuencia traicionarnos a nosotras mismas, olvidamos nuestra identidad, nuestro papel esencial en el universo, olvidamos nuestra existencia. Tú decides quien tiene acceso a ti, tienes la autoridad sobre tu propia energía, tú decides que es lo correcto, o no para ti.

 ¿Para qué querer el reconocimiento o que te validen? 

 Lo puedes conseguir dentro de ti, sentir que eres digna y luego ver como tu mundo te lo refleja. 

No estás aquí para gustarle a nadie, para adorar a nadie, para ganarte el amor de nadie, estas aquí para ser real, ser tú… 

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Debemos arriesgar y defender nuestra autenticidad como nunca antes, desde la claridad. 

No tengas miedo perder a las personas, teme perderte a ti, no supliques a nadie que sea parte de tu mundo, un lugar a tu lado es una posición que se gana, que requiere esfuerzo, mereces alguien que sepa el valor de estar a tu lado. 

¡Mujer!

 Mereces darte valor…