Una etiqueta para toda la vida - Suicidios

¿Hoy será un buen día para morir?

"Cada cuarenta segundos, una persona muere en el mundo como consecuencia de un suicidio.
Cada cuarenta segundos, alguien sigue aquí y debe intentar superar esa pérdida"

Hace unos años, mi mejor amigo que sufría de depresión, se quitó la vida, y después de ahí me di cuenta que cuesta mucho superar la perdida de esa persona querida. Durante mucho tiempo me resultó extremadamente doloroso pensar en ello, y mucho más si cabe hablar sobre ello, pero sé que es importante expresarlo, y aquí voy, poco a poquito con ustedes mis queridos amigos..

Con desgracia el suicidio y las enfermedades mentales están hechizados por un gran capa de estigmas sociales. Mi mejor amigo se suicidó unos meses antes de perder a mi tía por consecuencia de una enfermedad. Murieron con 7 meses de diferencia, pero la reacción de la sociedad hacía su enfermedad y fallecimiento no podría haber sido más desigual. La gente rara vez le lleva flores o recuerdos a un suicida. Aún no logro comprender si es por el recelo de lo que pudo ser la persona, o por la culpabilidad de no haber sido capaz de superar su enfermedad.

Si bien el vínculo entre el suicidio y los trastornos mentales, en particular los trastornos relacionados con la depresión y el consumo de alcohol, muchos suicidios se producen impulsivamente en momentos de crisis que perjudicar la capacidad para afrontar las tensiones de la vida, tales como los problemas financieros, las rupturas de relaciones o los dolores y enfermedades crónicos

Además, las experiencias relacionadas con conflictos, desastres, violencia, abusos, pérdidas y sensación de aislamiento están estrechamente ligadas a conductas suicidas. Las tasas de suicidio también son elevadas entre los grupos vulnerables objeto de discriminación, por ejemplo, los homosexuales y los amantes del arte.

Gran mayoría de los seres humanos no desean morir, y otros llegan hasta sentir la muerte como algo repulsivo. Pero también existe otra parte de la sociedad que ve en la muerte una liberación o un medio de escape a lo que les hace daño.

Cuando sucedió esto, no entendí que yo también tendría una etiqueta, se imaginan? Un dolor con una etiqueta de "Superviviente al suicidio" . He aprendido que el pariente que se queda aquí es también víctima de ese suicidio, sobrevives con ese dolor toda tu vida. También aprendí algo importante: el que se suicida, lo hace porque no puede elegir.

Es muy habitual que las enfermedades mentales y emocionales no se diagnostiquen adecuadamente, puesto que o bien la persona que padece sus síntomas se siente avergonzada y no
quiere hablar de ello, o bien sus seres queridos no ven o no quieren reconocer los indicios.

Si piensas que algo va mal, exprésalo.
No estás solo.
No es culpa tuya.
Tienes la ayuda al alcance de tu mano.

¡En memoria de mi amigo eterno Ali!

(Fotografías tomadas de www.actualidad.rt.com)