Detrás de los arboles

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Por fin había llegado el día que tanto esperó Fred. Desde las 9 de la mañana se había estado comportando bastante extraño, su familia lo notó, no solamente disperso, sino bastante preocupado. Su esposa le preguntó en reiteradas ocasiones si algo estaba mal, o si tenía algún problema grave que debía contarle, a lo que Fred respondió que sencillamente estaba estresado no haber sido capaz de estructurar los detalles de su nueva obra argumentaba que solamente estaba pasando por una etapa de frustración artística, pero que nada más era eso. Al mediodía decidió almorzar solo en su cuarto de trabajo, mientras preparaba todas las cosas necesarias para el encuentro de la medianoche. Rápidamente se dirigió al banco local y realizó la solicitud para retiro de una buena cantidad de oro. Había llevado un maletín bastante grande en dónde lo iba guardar hasta que llegara la noche. Se devolvió rápidamente a su casa, sin saludar a nadie, sin hablar con nadie y sin hacer contacto visual con alguna persona que pudiera reconocerlo.

Las horas entre la tarde y la noche se hicieron totalmente eternas. A las 7 de la noche, Fred había perdido el poco humor con el que se levantó ese día, debido al intenso ruido que hacían sus hijos al jugar. Cerca de las 9 de la noche Fred le dijo su esposa que iba a trabajar toda la noche en un nuevo proyecto artístico, cuya inspiración debía aprovechar, ya que esta ráfaga de creatividad no la había tenido desde hace mucho tiempo, específicamente desde la noche en la que comenzó con la escultura de Aquiles. Así que fue a su estudio se encerró y comenzó a cambiarse de ropa colocándose la vestimenta de su sirviente, luego acomodando el maletín con todos los kilos de oro que le habían pedido y por supuesto por último, pero no menos importante, y percatándose de no olvidarlo, se colocó el sombrero negro, una prenda vital para que el encuentro de esta noche fuera exitoso. Aproximadamente a las 10:30 de la noche comenzó a salir de su casa, de forma lenta y sin levantar ningún tipo de sospecha, lo hacía de manera meticulosa, sin producir el más mínimo ruido, al abrir la puerta fue extremadamente cuidadoso para que cuando la cerrara, no sonara y no fuese a despertar a ninguno de los miembros de su familia decidió ir solo, caminando hacia el parque, que se encontraba a unos 20 minutos de la ciudad, en la periferia de la misma.

Al salir, se encontró con uno de los vigilantes de la mansión, quien extrañamente lo observó y lo saludó cordialmente. Fred pasó de largo sin hacer demasiados comentarios, pero mientras lo hacía, se arrepintió y se devolvió a donde estaba el vigilante. Le hizo prometer que no dijera nada acerca de su salida nocturna o estaría despedido para siempre. Ahora tenían un secreto en común, y él como jefe, estaba en toda la disposición de asegurarse que nadie más supiera acerca de sus acciones. El vigilante solo afirmó todo lo que decía su descontrolado jefe, estaba atemorizado de perder su empleo y quedar con su reputación manchada frente a todo el pueblo.

Fred camino bastante rápido, un tramo que tomaba en promedio unos 20 minutos, le tomó solo 10. Llego cansado al parque, sudando un poco y buscando entre la neblina el banco que le habían sugerido en la carta. Acomodó el sombrero en su cabeza y continúo caminando lentamente hasta sentarse en el banco. La hora había llegado, y 5 minutos después de lo acordado, un hombre bastante alto y vestido de negro se acercaba entre la neblina. No había duda que ese hombre era el extraño, pues nadie más con buen sentido común, se acercaría a un parque tan solitario a tan altas horas de la noche.

El hombre se sentó de nuevo a su lado. Fred inmediatamente movió el maletín hacia la dirección del extraño. El extraño tomó el maletín. En ese momento Fred rompió el hielo, y le pregunto acerca de quién había robado la obra y donde se encontraba en ese momento. El extraño no pronuncio ninguna palabra, y simplemente se quedo viéndolo tranquilamente. Fred comenzaba a desesperarse, sentía que estaba perdiendo el tiempo en toda esa situación. Apresuradamente tomo el maletín entre sus brazos y le grito al extraño que no estaba dispuesto a entregarle absolutamente nada si no pensaba darle información en ese instante. Los gritos se escucharon como un eco interminable en todo el parque, en donde el silencio reinaba, llegaban os gritos desesperados de un hombre en busca de respuestas.

La paciencia de Fred llego a su límite cuando se dio cuenta que el extraño ni se movía, solo se quedaba pacientemente observando su grado de descontrol. En ese momento comenzó a retroceder, diciéndole al extraño que no habría trato alguno, pues se llevaba su maletín con hora antes de que siguiera haciéndole perder el tiempo. Fred comenzó a retirarse rápidamente, furioso, frustrado y derrotado. De repente tres hombres con similar vestimenta al extraño salieron de los arboles que se encontraban detrás de la fuente principal. Sin mediar palabra alguna empezaron a golpear a Fred, hasta dejarlo en el suelo, en donde aprovecharon para dejarlo inconsciente. Intento defenderse como pudo, pero no logro someter a ninguno de los hombres, pues cuando tenía oportunidad de escapar otro de ellos lo atacaba por la espalda. Poco antes de cerrar sus ojos, vio como el extraño que había estado sentado en el banco todo este tiempo, se acerco y se llevó el maletín.

Gracias por leer.

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English Version:

Behind the trees

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The day Fred had been waiting for so long had finally arrived. Since 9 a.m. he had been behaving rather strangely, his family noticed him, not only dispersed, but rather worried. His wife repeatedly asked him if something was wrong, or if he had a serious problem to tell him, to which Fred replied that he was simply stressed not having been able to structure the details of his new work, arguing that he was only going through a stage of artistic frustration, but that nothing else was that. At noon he decided to have lunch alone in his work room, while preparing all the necessary things for the midnight meeting. He quickly went to the local bank and made the request for the withdrawal of a good amount of gold. He had carried a very large briefcase in which he was going to keep it until nightfall. He quickly returned home, greeted no one, spoke to no one, and made no eye contact with anyone who could recognize him.

The hours between evening and night became totally eternal. By 7:00 p.m. Fred had lost the low mood with which he woke up that day, due to the intense noise his children made while playing. Around 9 p.m. Fred told his wife that he was going to work all night on a new artistic project, whose inspiration he should take advantage of, since this burst of creativity had not had it for a long time, specifically since the night he began with the Achilles sculpture. So he went to his studio, locked himself in and began to change his clothes, putting on the clothes of his servant, then accommodating the briefcase with all the kilos of gold they had asked him for and of course last but not least, and realizing not to forget it, he put on the black hat, a vital garment for tonight's meeting to be successful. Approximately at 10:30 at night he began to leave his house, slowly and without raising any type of suspicion, he did it in a meticulous way, without producing the slightest noise, when he opened the door he was extremely careful so that when he closed it, it would not sound and would not wake up any of the members of his family he decided to go alone, walking towards the park, which was about 20 minutes away from the city, in the periphery of the same one.

When he left, he met one of the guards of the mansion, who strangely observed him and greeted him cordially. Fred passed by without making too many comments, but as he did so he repented and returned to the watchman. He made him promise not to say anything about his night out or he would be fired forever. Now they had a secret in common, and he, as chief, was in every disposition to make sure that no one else knew about his actions. The watchman only asserted everything his uncontrolled boss said, he was afraid of losing his job and getting his reputation tarnished in front of the whole town.

Fred walked pretty fast, a stretch that took on average about 20 minutes, it took him only 10. He arrived at the park tired, sweating a little and looking through the fog for the bench suggested in the letter. He put the hat on his head and continued walking slowly until he sat on the bench. The time had come, and 5 minutes later than agreed, a fairly tall man dressed in black was approaching in the mist. There was no doubt that this man was the stranger, for no one else with good common sense would approach such a lonely park so late at night.

The man sat next to him again. Fred immediately moved the briefcase in the direction of the stranger. The stranger took the briefcase. At that moment Fred broke the ice, and asked him about who had stolen the work and where it was at that moment. The stranger didn't say a word, and just stood there looking at him quietly. Fred was beginning to despair, he felt he was wasting his time in the whole situation. He hurriedly took the briefcase in his arms and shouted to the stranger that he was not willing to give him absolutely anything if he did not intend to give him information at that moment. The screams were heard as an endless echo throughout the park, where silence reigned, there came the desperate cries of a man in search of answers.

Fred's patience reached its limit when he realized that the stranger wasn't even moving, he was just patiently observing his degree of decontrol. At that moment he began to retreat, telling the stranger that there would be no deal, for he took his briefcase with him an hour before he continued to waste his time. Fred began to retreat quickly, furious, frustrated, and defeated. Suddenly three men in strange clothing came out of the trees behind the main fountain. Without a word they began to beat Fred, until they left him on the ground, where they took advantage to knock him unconscious. He tried to defend himself as he could, but he could not subdue any of the men, because when he had the chance to escape another one of them attacked him from behind. Shortly before closing his eyes, he saw the stranger who had been sitting on the bench all this time, approached and took the briefcase.

Thank you for reading.

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Posted from my blog with SteemPress : http://aleestra.repollo.org/cuento-corto-detras-de-los-arboles-esp-eng-behind-the-trees/

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