La extraña desaparición de Laura García

in cervantes •  7 years ago 

La última vez que Antonio González habló con su novia, ella estaba a cuatro horas de distancia. Lo llamó desde su teléfono móvil en la estación de servicio donde siempre se detiene a echarle gasolina al carro, tomarse algo y estirar las piernas.

–Estoy en La Honda. Ya me falta poco –se adelantó Laura García apenas él atendió la llamada, sin el previo “hola”.

–Bien amor. Te esperaré en la casa, ya casi estoy saliendo de la oficina –la ilustró–. ¿Todo va bien en la vía?

–Sí. Todo bien –le respondió sin tono alguno–. Prepárame algo rico de comer.

–Claro amor. Te quiero.

Ella no respondió y colgó.


PSX_20150629_111317.jpg
Foto @alevil, 2015

Aunque era la cena, le preparó pollo guisado con papas, arroz blanco y tenía el plátano a la mano para freír unas tajadas en cuanto llegara, para que se las comiera como a ella le gustan, recién hechas.

Se conocieron cuando estudiaban la secundaria y fueron inseparables desde entonces. Hicieron sus carreras universitarias y mantuvieron su relación inalterable, casi una epopeya. Cuando ya eran económicamente estables Laura aceptó mudarse con Antonio. Sin matrimonio, porque el “papel echa a perder todo”, y los hijos vendrían con planificación. De los dos, ella era la más metódica para enfrentar la vida.

Antonio evitaba escribirle o llamarla si ella conducía por esa vía, que ambos conocían bien. Así que mientras cocinaba se olvidó del teléfono por un rato. Al volver por el equipo, halló cinco llamadas perdidas, dos mensajes de texto en los que le preguntaba por qué no atendía y un mensaje de voz.

–El carro se apagó, no sé qué le pasa, no le llega gasolina al motor –le decía sin saber mucho de mecánica–. Al menos eso es lo que dice el gruero que me lleva al peaje.

Y la última frase se cortó: “El teléfono no tiene ca…”.

Antonio llamó, pero el celular de Laura salió apagado. No durmió. No soltó el teléfono en toda la noche y terminó comiéndose el pollo y el arroz, antes que los nervios se lo comieran a él. El plátano volvió a la nevera.

Como a las 4:00 de la mañana llamó a la Policía, pero le dijeron que fuera a la comandancia en la mañana. Apenas salió el sol se presentó ante los uniformados, y lo mandaron a esperar tranquilo en su casa, que tal vez solo era un contratiempo. La pasividad del policía lo abrumó. Pero no se resignó.

Antonio dibujó en un papel cálculos de horas y tiempos que le ayudaran a determinar dónde se había accidentado Laura. Si estaba en La Honda a las 5:00 de la tarde, y las llamadas fueron una hora después, tiene que estar en el peaje de Casablanca o volvió a La Honda.

No fue a trabajar y tampoco avisó que no iba. No preparó un bolso ni se duchó. Solo tomó dinero en efectivo y el celular. En el peaje no había reportes de remolques la noche anterior. Lo último que habían escrito en el libro de novedades es que un sedán golpeó una camioneta por detrás, cuando el conductor frenó de pronto al encontrarse la parada, a las 3:38 de la tarde.

–Ya vio que no hay novedades, señor –le dijo el funcionario malhumorado que tuvo que enseñarle el compendio de reportes ante la insistencia de Antonio.

Condujo un rato más y llegó a La Honda. Allí preguntó a los empleados mostrando la foto de Laura, una mujer de piel blanca pero tostada, cabello negro y ojos ámbar tristes. Un empleado que iba iniciando su turno le dijo que le sirvió un café el día anterior. Un con leche no muy caliente.

Antonio volvió a sus pasos, esta vez despacio, buscando marcas en la carretera o cualquier señal que lo llevara a Laura. Nada.

Pasó la noche en el peaje. La mitad del sueño lo perdió pensando en qué pudo haber pasado, y la otra mitad soñando con que llegaba a casa y Laura comía las tajadas de plátano fritas.

Apenas amaneció un empleado del peaje lo despertó, tocándole el vidrio del carro, y le ofreció café negro y cerrero. Lo aceptó agradecido. Allí fue cuando se dio cuenta que el dia anterior no comió.

Volvió a La Honda y desayunó. Miraba a todos lados, y fijamente las caras, esperando encontrar la de Laura. Decidió llamar a su amigo Claudio, quien le recomendó regresar, hablar con los padres de Laura y hacer la denuncia formal.

Antonio acompañó las investigaciones hasta donde la Policía se lo permitía. Durante un mes no fue a la oficina, pasaba los días entre La Honda y el peaje de Casablanca, dormía en el carro, o en alguna posada. Solo quería una señal.

Claudio y otros amigos lo convencieron de retomar su vida, de aceptar que Laura desapareció por alguna razón que aún no podría entender. Poco a poco abandonó la zona, retomó su trabajo y varios años después conoció a otra mujer y se casó.


Era un sábado soleado. De pronto, a pesar que había nuevas construcciones, notó que la carretera por la que conducía le era familiar. Antonio sacó cuentas rápido: hacía más de 15 años de la última vez que estuvo por allí. Recordó las noches frías y los días de zozobra que vivió anhelando encontrar a su novia.

Le llamó la atención un tarantín de plátanos y se detuvo a comprar algunos. Desde el patio de una casa, a unos 15 metros, la mujer que los vendía lo saludó con la mano y caminó hacia él rodeada de tres niños pequeños. Su piel era más tostada de lo que la recordaba y su cabello seguía siendo negro aunque maltratado. Ella sonreía amablemente mostrando arrugas, pero sus ojos ámbar seguían siendo tristes.

–¡Laura!

Authors get paid when people like you upvote their post.
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE STEEM!
Sort Order:  

muy buena historia...

Gracias, que bien que te gustó.

Es una novela en definitiva se fue con otro y el en todo ese tiempo no se dio cuenta así son los hombres bueno no todos

  ·  7 years ago (edited)

Que ella se haya ido con otro es tu punto de vista, totalmente valído, pero entre el último mensaje y el encuentro más de 15 años después pudo pasar cualquier otra cosa... No todo se basa en el engaño. Y es un relato, una novela es texto mucho más extenso, con argumentos más claros y más personajes. Saludos

si claro

Buena historia, podría ser sacada de la versión tropical de la "Dimensión Desconocida"

Como tú me respondiste en maracucho, te contesto en cumanés del barrio.
Qué angustia con Laura, mana. Chama, escribe la segunda parte pa' uno saber dónde se metió ese poco diaño.


Mire, querida, @alevil, le cambio la segunda parte de “El hueso de la abuela” por la segunda parte de “La extraña desparición de Laura García.”

¡Gracias por la buena lectura!☻

Marlyn, te cuento que la mana @alevil es un maracucho calvo, presunto poliguayú, que escribe como viejito, se llama Alejandro y es muy buena gente. Pero si quieres sigues diciéndole así, no se molesta, más bien nos reímos y me pregunta ¿de donde sacó Marlyn que soy una mujer?

Aaaaaajajajajajaja... Esto solo se pone mejor. No voy a editar ese comentario. Quedará para siempre en la blockchain, indeleble como Cheetah, vergonzoso como la princesa de la chancleta ¡ja, ja, ja!

Jajajajajaja la princesa! Soy todo un Quevedo, no?

Me quito el sombrero (y las alpargatas).

jajajajajajaja... Qué vaciladores me salieron ustedes. Al menos nadie se mete con un poliwayúu.

Y mira, es todo un reto ese cambio de segundas partes, puede salir algo interesante. ¡Plomo!

¡Ja, ja, ja! OK. Te reto. Tienes 24 horas. ¿Aceptas?

RETO ACEPTADO

•••Manos al teclado, pues. Hora tope de publicación 7:30 p.m. de mañana, hora Vzla•••

Esto quedó genial. Muy buena historia. Te felicito hermano. Saludos y mi respeto.

Gracias @fernando.lubezki. Esta historia ahora tiene 3 segundas partes, la mia, la de @marlyncabrera y la de @jcalero, y esperando una mas de @sansoncarrasco. Espero que las leas y las disfrutes

Muy buen relato, @alevil. Me quedo con las ganas de saber qué sucedió esa tarde que Laura desapareció y por qué nunca volvió. Voy ahora a por las otras partes. Me intriga el giro que pueda tomar la historia en manos de @jcalero, @marlyncabrera y @sansoncarrasco.

Gracias por tu comentario y por seguir el reto. De La extraña desaparición de Laura salieron cuatro versiones hechas por los que ya mencionaste y otra más por mi. Espero que las disfrutes

  ·  7 years ago (edited)

Ahhh! Con que aquí comenzó todo! Ya voy desenmarañando este asunto. Voy pal próximo porque no me quedo con la duda jajaja... Esto promete! Saludos!
Pd: deberían incluir el link a la continuación en los comentarios.

Hola @isauris. Estamos creando un post con todas las historias que surgieron a partir de este reto, pero está excelente tu sugerencia de incluir los links en los comentarios, así, quien esté interesado en seguir leyendo, podría conseguirlos facilmente.

Loading...