Mira a los lados y observa; mira al frente y parece observar lo mismo. Pensamientos van y vienen y ella, siempre en el mismo lugar. Dos pensamientos en conflictos. Sentimientos encontrados la hacen dudar. Sacude la cabeza en señal de negación, pelea consigo misma, sus nervios parecen traicionarla ¿Seré capaz?

Impaciente espera, mira el reloj una y otra vez. Levanta la mirada al cielo, lleva sus manos a la cabeza y parecer haber tomado una decisión. En un arrebato, se levanta de su asiento, enciende un cigarrillo, expulsa humo de la boca, laza el cigarro casi entero al piso, lo estruja con fuerza con el tacón del zapato y marcha a toda prisa. Confundida, da menos de cinco pasos acelerados y de pronto… se tumba de rodillas en el suelo, estalla en llanto y...

¡Pide perdón a Dios pero jamás a los hombres!

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Este microrrelato es mi entrada al concurso que lleva a cabo @fuerza-hispana todas las semanas para fortalecer la escritura. Si deseas participar puedes revisar las bases del concurso aquí El separador Fuente.