Uso de drones en tareas para la conservación de la naturaleza como la lucha contra los incendios forestales, el seguimiento de especies amenazadas y la vigilancia de ecosistemas submarinos. La Balsa de Melendo de la Comunidad de Regantes sector B12 de Lebrija (Sevilla) riega la agricultura de la zona y acoge una población de 15 mil ejemplares de Ánade Real y Pato Cuchara. Paloma es la encargada de realizar el censo de aves con la ayuda de un teleobjetivo y un dron. Un equipo de la Estación Biológica de Doñana, especializado en el uso de drones en conservación, colabora con la Consejería de Medio Ambiente a través de la Agencia de Medio Ambiente y Agua en trabajos sobre estrés hídrico y sequía. En un futuro próximo aviones no tripulados y drones van a utilizarse en cada provincia andaluza en la lucha contra incendios forestales, sobrevolando la zona del incendio por la noche para obtener información del fuego.
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