A veces los líderes cometen el error común de tratar de guiar a otros antes de desarrollar vínculos con ellos.
Al prepararte para desarrollar a otras personas, toma tiempo para conocerse uno al otro mejor. Pídeles que compartan su historia contigo, su jornada hasta el momento. Averigua lo que los enfada, sus virtudes y debilidades, sus temperamentos. Y, pasa un tiempo con ellos fuera del ambiente en el que usualmente los ves. Si trabajan juntos, practiquen algún deporte juntos. Si se conocen de la iglesia, reúnete con ellos en el trabajo. Si van a clases juntos, pasa un tiempo con ellos en casa. Puedes usar este principio hasta con tu familia. Por ejemplo, si pasas tiempo con tus hijos fuera del ambiente cotidiano, aprederás más sobre ellos. Esto desarrollará tus vínculos en otras maneras que antes, y te ayudará a crecer.
"SAL DE TU AMBIENTE REGULAR HOY MISMO CON ALGUIEN QUE TÚ GUÍES"