Llegar al éxito no quiere decir evitar el fracaso. Todos fracasamos. Cuando viajamos, encontramos baches, viramos en la vuelta equivocada, o nos olvidamos de revisar el radiador. La persona que evita el fracaso es en sí la persona que nunca sale de su garaje. Por lo que la cuestión no se trata de si vas a fracasar, sino de que si fracasarás exitosamente (sacar beneficios del fracaso).
Las personas que no alcanzan el éxito usualmente le temen tanto al fracaso y al rechazo que pasan toda su vida evitando riesgos o decisiones que podrían llevarlos al fracaso. No se dan cuenta que el éxito se basa en la habilidad de fracasar y continuar tratando. Cuando se tiene la actitud correcta, el fracaso no es ni mortal ni final. De hecho, éste podría ser un trampolín al éxito.
Las personas exitosas no permiten que el fracaso les llegue a la cabeza. En lugar de estancarse en las consecuencias negativas del fracaso, en pensar en lo que pudo ser y en cómo las cosas no han resultado, ellos se enfocan en las recompensas del éxito: aprenden de sus errores y piensan en cómo pueden mejorar su situación y a sí mismos.
“INTENTA HOY DE VER EL FRACASO COMO UNA EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE”