La manzanilla es una hierba aromática que ha sido utilizada desde hace siglos con fines medicinales. Su nombre botánico es Matricaria Recutita, además, la manzanilla o Matricaria Recutita ha sido conocida y apreciada desde hace miles de años por diversas culturas, las virtudes de esta planta corresponden a los aceites esenciales, es decir, posee propiedades antiespasmódicas y sedantes.
Los principales usos y aplicaciones curativas de la planta de manzanilla son:
Dolores de estómago, cólicos menstruales: Beber una taza de té de manzanilla y poner emplastos de la misma planta sobre el vientre. Esta misma preparación funciona eficazmente para expulsar los gases intestinales.
Tiene propiedades bactericidas: contribuye a cicatrizar mejor y es útil para hacer gárgaras, así como para combatir la inflamación de encías y garganta
Reumatismo, calambres y nerviosismo: Beber una taza de té de manzanilla. Es un ansiolítico maravilloso.
Para calmar niños sobreexcitados, nerviosos o malgeniados: En un recipiente con medio litro de agua agregue 4 cucharaditas de manzanilla seca y deje reposar con la tapa puesta, luego de ello vierta la tisana en la bañera.
Su riqueza en mucílagos: la convierte en una excelente reparadora de la piel, sobre todo frente a granitos, cortes, heridas, o dermatitis para ello se debe aplicar compresas embebidas en infusión de manzanilla sobre las partes afectadas.
Fiebre: La acelga triturada junto con corteza de malva y manzanilla es de gran ayuda en los estados febriles del organismo.
Puede provocar una ligera irritación de la piel en algunas personas y otros síntomas de alergia generalmente de poca importancia, grandes dosis de manzanilla pueden provocar vómitos, tampoco es aconsejable su uso durante el embarazo y la lactancia.