De igual forma este beneficio, aunque suene absurdo, ha sido de gran ayuda para el régimen de Nicolás Maduro, y por lo tanto, su obsesión por querer controlar el sistema de remesas fue dejada de lado y así darle la “libertad” a los que emigraron para que puedan ayudar a sus familiares en Venezuela.
Las presiones del gobierno de los EEUU con el bloqueo, están asfixiando al régimen, y durante un periodo, la lucha en las calles por parte del pueblo en contra de Maduro fueron sangrientas; por un momento se pensó que la tiranía tenía sus días contados, pero con el régimen controlando las fuerzas armadas y Colectivos (Es una organización CIVIL, DELICTIVA y ARMADA que apoya al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela) la lucha por parte del pueblo en las calle ceso, obligados por la sangrienta represión de estos verdugos del gobierno, cientos de inocentes perdieron sus vida en las calles, en su lucha por un mejor país y donde aún siguen impunes esos homicidios.
En Venezuela existen cientos de presos políticos que alzaron la voz en contra del régimen y fueron silenciados con la cárcel y algunos con la muerte.
Cada año que transcurre Venezuela se sumerge en la desidia, incuria, delincuencia y pobreza. Pobreza que a pesar de que el pueblo viva en una “ilusión” de bienestar esta pobreza cada día crece más y son muchas las familias que no cuentan con familiares en el exterior que les envíen ayudas por medio de las remesas.
El gobierno que pregona cuidar y proteger al pueblo y a sus trabajadores los mantiene laborando en lugares algunas veces inhumanos, con un seguros de salud ficticio que no cubren ni el costo de un analgésico e instituciones de salud pública desatendidas y sin insumos médicos, y lo peor de todo con un patético sueldo que no les alcanza para solventar una dieta alimentaria de 2 días.
El sistema de seguridad e inversiones que se han hecho en esa materia solo ha sido para beneficio de los mismos jefes del gobierno y sus familiares para poder perpetuarse en el poder; el sistema de salud y educación está en total abandono, hospitales insalubres, sin suministros, saturados de pacientes en sus pasillos; cientos mueren a diario por falta de medicinas; instituciones educativas desde el nivel primario al superior han sido desvalijadas por completo por la delincuencia, obligando a los estudiantes y docentes a desertar e irse a buscar un mejor futuro a otros países.
El control total del régimen en los organismos incluyendo el educativo y con la emigración de los venezolanos se han sumado la fuga de docentes; esto ha traído como consecuencia medidas radicales por parte del régimen como la incorporación de personal inadecuado, sin ningún tipo de preparación académica ni vocación alguna para representar tan respetable rol como lo es el del maestro o docente formador del fruto humano y núcleo esencial de la sociedad.
Los actores vesánicos del régimen que promueven esta absurda y atroz idea originaria de la educación Prusiana del siglo XVIII y principios del XIX, tienen como objetivo la manipulación de las mentes de los más jóvenes e inocentes, inculcandoles falsas pseudo filosofías comunistas, para volver alienadas, dóciles y obedientes a las futuras generaciones; garantizando así un pueblo sin libertad de expresión, sin sentido de análisis, subjetivo, irracional, bruto e incapaz de defenderse o producir de alguna manera un intento de superación o desarrollo para el bien del país, y a permanecer solo en la espera de la “ayuda” económica que les pueda otorgar el gobierno a cambio de su LEALTAD absoluta y apoyo incondicional a su insensata sed de poder.
Sus acciones no van a la par con sus palabras como todo nuevo pichón de político; crea en el pueblo falsas expectativas jurando y proliferando supuestas soluciones a todos los problemas de los venezolanos. Lamentablemente este joven político falla en su primer intento de mover las masas a su antojo y culminar su cometido con la toma del poder. Por ahora Guaido se ha dedicado al diálogo con los verdugos del régimen y a la difusión de la cruda realidad del pueblo de Venezuela.