Fuente Prefiero las ratas, en la soledad de los recuerdos y en la quietud del presente, prefiero lo conocido que lo bueno por descubrir. Callado, misterioso, lo recuerdo sentado, erguido, con las arrugas de una vida andada y la serenidad de la experiencia. Cada tarde, cada mañana; incluso en las noches. Ahí estaba él, inmóvil. A quien le preguntaba le respondía con una lentitud pasmosa, siempre repetía: de haber vivido solo me quedan dos cosas, la evidencia en el cuerpo y la certeza de saber quién es quién. Con los años, nada ni nadie te sorprenderá, tú te harás el sorprendido.
Microrrelato | Real viveza
Fuente Prefiero las ratas, en la soledad de los recuerdos y en la quietud del presente, prefiero lo conocido que lo bueno por descubrir. Callado, misterioso, lo recuerdo sentado, erguido, con las arrugas de una vida andada y la serenidad de la experiencia. Cada tarde, cada mañana; incluso en las noches. Ahí estaba él, inmóvil. A quien le preguntaba le respondía con una lentitud pasmosa, siempre repetía: de haber vivido solo me quedan dos cosas, la evidencia en el cuerpo y la certeza de saber quién es quién. Con los años, nada ni nadie te sorprenderá, tú te harás el sorprendido.