Como olas encrespadas en mares tormentosos
danzo sobre la cama;
cíclico transitar entre el sueño y la vigilia,
mis ojos aposento de penumbras,
y un acelerado corazón
convirtiendo mi sangre
en violentos raudales.
Y me despertó la vida,
aquietó la corriente y dio luz a mis ojos,
me tomó de la mano
y me guió a la ventana
y vi la noche clara con un brillo especial.
Hacia el cielo se elevó mi mirada,
y las nubes huían con la cálida brisa
que quebrantó mi alma al ver al infinito,
y en medio de aquel gozo
me susurró la vida.
"Dios me ha enviado por ti
para que le escucharas, y te daré un consejo
ya que sigues en mi,
si quieres ser feliz escucha lo que dice.