La muerte de Gravedigger por Carlos Schwabe
Una mujer común y corriente deseosa de saber su razón de ser en esta tierra, pedía todas las noches antes de dormir a su ser superior, descubrir su misión. Ella sentía que nada la satisfacía, nada de lo que hacía le era suficiente y mucho menos la llenaba. Sin embargo, sabía en su interior que todos tienen un propósito en esta vida y ella estaba ansiosa de saberlo para poner manos a la obra y lograr sentir paz en su día a día.
Sus días eran monótonos, nada le causaba asombro, ni sorpresa. Nada le movía el piso y muchos menos la hacían vibrar. Era prácticamente como vivir sin tener vida, vivir solo por ver vivir.
Su búsqueda se había dirigido a encontrar aquello que le diera sosiego y paz a su alma atormentada, ella sabía que estaba incompleta, que algo faltaba en su rompecabezas; y a pesar de tener una hermosa familia de dos amorosos hijos y un esposo entregado a su familia y a ella, nada era suficiente.
Ya había pasado por diferentes religiones, esoterismo, practicas distintas de espiritualidad, entre otras; buscando aquello que la ayudara a conectarse, se acostó una noche agotada de tanto pesar y de no sentir nada.
Luego de sus habituales oraciones nocturnas, cayó en un sueño profundo y extraño.
Victoria comenzó a verse en otra época en un día hermoso y soleado, rodeada de mucha gente con ropas extrañas para ella. Era una especie de mercado. De pronto en la multitud un rostro conocido, era el esposo de su tía luisa que venía a ofrecerle un pequeño trabajo. A pesar que ella estaba segura que era el esposo de su tía, su rostro y cuerpo era otro; incluso ella era otra.
Su tío le había indicado una dirección a la que ella debía dirigirse lo antes posible para realizar la labor que ella se dedicada. Era una especie de vidente o médium que la gente contrataba para que detectara alguna presencia en casa que debían ser vendidas.
Ella se dirige a la casa lo antes posible. Esta era grande, imponente, muy vieja pero conservada. De altos techos, de dos plantas, hermoso frente y llena de árboles a su alrededor.
Intenta entrar y ve que la puesta está abierta. La casa estaba completamente vacía, con pisos de madera pulida de color miel tostada, y grandes ventanales por donde entraba la luz natural que iluminada a medias prácticamente toda la planta baja de la casa.
Victoria recorrió toda la casa por dentro y por fuera a sus alrededores y no sintió ni vio nada, fuera de los ruidos normales que producían los pisos viejos de madera al caminar sobre ellos.
Sale y llama al tío que se encontraba fuera de la casa y le dice: tío, aquí no hay nada, yo no siento ni veo nada. A lo que él le responde: entra de nuevo y cierra la puerta de entrada, allí comienzan los ruidos raros, inténtalo por favor.
Victoria una vez más entra en la casa, mucho más decidida que al principio y cierra la puerta. Comienza a caminar por la sala hasta llegar prácticamente a la mitad de ella. Y de pronto, entre los rayos de luz que entraban por la ventana, se encontraba allí en medio de la nada, una silla de rueda muy pero muy antigua. Era como una silla normal y se quitaron las patas y se colocaron en su lugar unas ruedas para moverla.
Una imagen la hizo mirar hacia arriba de la silla, cuando una imagen terrorífica le espanto poniéndole la piel de gallina. Era una mujer muerta colgada de una soga, aún con su ropa de cama.
Destilaba a través de su cuerpo agua como si acabara de salir de una bañera, tenía todo el cabello mojado sobre el rosto que no se lograba ver.
Un fuerte sentimiento de compasión le invadió todo su corazón y el impulso que inmediatamente vino a su mente fue comenzar a orar por su alma y que El Supremo tuviera misericordia se ella.
Durante los segundos que estuvo elevando su oración a los cielos vio como de pronto salto encima de ella aquella mujer de piel morada con cabellos largos y negros, que no se le veía la cara, había saltado sobre ella. Tenía una fuerza increíble con la cual Victoria no podía luchar y a pesar de los gritos desgarradores que ella lanzaba en medio de su desespero por defenderse de algo que solo ella podía ver, no podía ser escuchada por nadie.
Aquel espectro tenebroso tumbado en el suelo sobre Victoria, sometiéndola por las manos, la dejaba sin energía para luchar, decidió no defenderse más, entonces, vio como aquella entidad entro a la fuerza a su cuerpo. Victoria sintió el ardor de una cortada de espada que la atravesaba y quedo en ese momento sin conocimiento.
Al abrir los ojos, Victoria se encontraban sentada en la silla de rueda, fue tomada por el cabello desde su espalda por alguien y la halo tumbándola al piso y arrastrándola la metieron dentro de una especie de elevador de estructura metálica sin soltarla del cabello. Vio como fue llevada a un túnel debajo de la casa que se encontraba oscuro, húmedo y lleno de barro y piedras. Por más que intentaba resistirse con todo su cuerpo a no ser arrastrada, sus piernas no le respondían y la fuerza de sus brazos no fue suficientes.
De pronto vio que se encontraba frente a un poso de agua, ubicado a unos metros de la salida del ascensor y sin más, Victoria fue metida de cuerpo completo al pozo profundo, se fue como piedra al fondo y allí perdió la vida.
Se vio muerta por aquella persona, sin entender quien le había hecho semejante cosa.
De pronto Victoria se vio acostada en el piso de la sala, se revisó para asegurarse de encontrarse bien, observó todo a su alrededor e hizo consciencia horrorizada de todo lo vivido. Todo su cuerpo temblaba y se encontraba toda adolorida y no entendía que le había ocurrido. Al cabo de unos minutos entendió que lo que le había ocurrido a aquella mujer, es que había sido ahogada por alguien y luego de muerta la habían colgado.
En ese momento decidió realizar un ritual del perdón a través de una visualización llevando a la víctima y a su victimario a una espera de luz morada para que ella, aquella alma le perdonara a su agresor el haberle quitado la vida y que lograra descansar en paz.
Entonces Victoria vio quien fue su asesino en ese momento de la visualización, que había sido su esposo y ella en el mismo acto le otorgaba el perdón, lo liberaba y al mismo tiempo ella se liberaba.
Terminando la asistencia a esa alma, Victoria respira profundamente
Se encuentra Victoria extendida en su cama, protegida. Pero aún su corazón late rápidamente y su respiración entrecortada no ha recobrado serenidad. ¿Fue un sueño? se pregunta, aún sin poderlo creer. Fue tan vivido, tanto que aún le duele el cuerpo del forcejeo. Era tan vivido lo que había soñado que quedó impresionada y no podía dejar de pensar en ello.
Ella entendió en ese momento que no solo le dio paz a la víctima de la silla de rueda, sino también ella sentía una tranquilidad, un sosiego que no podía explicar. Se sentía llena de amor y compasión, pero a la vez feliz porque sin pensarlo, aunque sí buscándolo, había encontrado aquello que ella consideraba podía ser su misión, llevar almas a la luz
Espero que les haya gustado mi relato, queridos amigos de Steemit.