Poco a poco se olvida lo que se dice
Cada día, las promesas mueren solas en las raíces de la memoria
Por cada minuto, podrías arrepentirte de hasta lo que piensas.
Y con todos los poderes que no tienes, te gustaría tener otra vida (de vez en cuando),
y haber dicho lo que no dijiste,
haber hecho lo que no hiciste...
haber dado ese abrazo que te merecías,
haber sonreído en esa situación en la que veía a la tristeza,
haber salido esa vez, para que la soledad se cuidara,
haber recordado ese nombre de esa persona que te presentaron y más nunca te la encontraste.
Pero al final, cada día es una partida...
y cada día amaneces con los dados en la mano
y el mazo de la cartas en la mesa de noche
Es tu turno. No mires tanto hacia atrás