En el momento en que hice esta fotografía sabía que iba a ser la última vez que vería el mar en mucho tiempo. El confinamiento no va a durar 15 días, todos lo sabemos, solo queda tener paciencia, no salir de casa y esperar no enfermar para no tener que acudir al hospital donde están viviendo una guerra.
Dicen que todas las generaciones sufren una guerra. Ésta es la nuestra.
Nuestra pequeña gran pesadilla, esa minúscula cadena de RNA que está destruyendo nuestro sistema del bienestar. En unos días se ha cargado todo lo construido en años, demostración tangible de lo débil y frágil que hemos construido un sistema piramidal donde hemos dado importancia a las cosas que no las tenían.
Ahora lo importante es salvar vidas, luego ya veremos como nos arremangamos porque va a ser durísimo para los de siempre.
Cuando crees que la cosa no puede ir a peor... pues puede ir a peor, eso lo vamos a ir viendo día a día.
Solo nos queda la esperanza en la Ciencia para volver a ver el mar.
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