Babel, Capitulo 3: Un lugar en este Mundo.

in cervantes •  7 years ago 
                                                                       Un Lugar en este Mundo


                           

 

 Había pasado ya bastante tiempo desde que dejamos atrás Virginia, Georgia y los putos remanentes de la guerra que aun había mas al norte. Julie ya estaba mucho mas calmada con respecto a ese tema, ahora simplemente se centraba en mantenerse alerta para que nada malo le pasará a nuestro hijo Sebastian. El pequeño ya había crecido un poco y daba la misma guerra que cuando era pequeño, sabíamos que era un riesgo increíblemente alto tenerlo con nosotros con “Ellos” rondando, mas amenazas había bajo los derruidos caminos que conformaron alguna vez una gran capital y punto de referencia de los Estados Unidos. Un pequeño rebelde como su madre y su padre, me sentía muy orgulloso de como estaba creciendo mi hijo pese a que el mundo fuera una mierda.

Por suerte el coche en el que viajábamos nos dejó tirados por Washington D.C, bastante lejos de donde empezamos todo; no había caminos transitables y Julie pensaba que el coche llamaba mucho la atención ¿pero que se podía hacer? Nada, absolutamente nada, a excepción de buscar mas gasolina en un pueblo cercano y allí nos dirigíamos con paso tranquilo. Sebastian por el momento reposaba en los brazos de su madre aunque muchas veces quien lo cargaba era yo mismo. No iba a dejar que Julie fuera la única que cargará con el pequeño.

-Puto coche de mierda. No se podría haber muerto en el pueblo no; nos tiene que dejar a dos putos kilometros de este.- Dije de mala gana pues me había cabreado bastante cuando el coche se quedó completamente seco en mitad de la carretera. A ver había dicho dos kilometros pero ya los habíamos recorrido y estábamos apunto de entrar ya a un valle de tierra muerta bastante abierto con millones de escombros de lado a lado, algunos edificios se alzaban haciendo que los mirara cada tanto por temor a que la base de los mismos cediera y cayera sobre nosotros, lidere la marcha pues sabia que los terrenos abiertos eran peligrosos; la escopeta recortada que llevaba en una funda en mi pierna derecha y que había conseguido en una granja hace unos días atrás estaría a la disposición de mi familia si necesitábamos protegernos... .

Una vez alli me quedé mirando todo desde debajo de mi gorra y tras mis gafas de sol... Me apetecía fumarme un cigarrillo pero estaba Sebastian delante así que tenía que aguantarme. -Bien, necesitamos comida, necesitamos cosas para el pequeño gamberrillo y gasolina. Tu decides que va primero.- Le dije acercándome a ella y dándole un beso a ella en los labios y en la frente a nuestro hijo. Debía admitir que desde que nos habíamos ido Julie y yo nos habíamos unido mucho mas aun.

La tierra parecía estar extinta. Los horrores de la guerra y la destrucción que había dejado sobre el planeta ya representaba el pasado, aunque seguía pensando en el pasado allí con la gente que protegía. No me bastaba con pensar que estaríamos mejor fuera de los muros de ese refugio, por otra parte no me acostumbraba a estar los tres solos sin un refugio establecido. Pero desde luego no iba a dejar de cuidar de Swan y del bebé que ante todo era lo más importante que estábamos criando juntos. Sebastian había ido creciendo, mostraba un carácter rebelde como el nuestro pero era algo irremediable. Conforme fuese haciéndose mayor aprendería tácticas de sus padres para poder sobrevivir mejor. No nos íbamos a arrepentir de darle a nuestro hijo unos dotes extraordinarios, o al menos intentar que fuesen lo más aptos posibles. 

El coche no dio para mucho tramo más. Washington D.C. era nuestra zona ahora. Conocía dónde estábamos pero nunca lo había podido palpar y mucho menos verlo con mis propios ojos aunque al fin de al cabo estaba desierto, sumamente deteriorado por la destruccion que dejaron los continuos bombardeos, la naturaleza inclusive se confabulo declarandole la guerra al mundo azotando con terremotos y demás precipitaciones. Era algo normal ver todo tan destruido e irreparable. La gasolina no daba para más, aunque estando donde estábamos podría haber alguna gasolinera cercana o a las afueras. Me daba igual tener que caminar más, podía soportar una larga caminata por muy pesada que fuera y más por lo que estábamos trabajando, por cuidar y mantener vivo a nuestro hijo y a nosotros mismos para intentar construir nuestra vida.  

Swan estaba molesto por el vehículo. La verdad había sido una lástima y una mala pata aquello de que se parase justo a unos 2 kilómetros. Yo intentaba mantener mis humos por el asunto, era algo que también me enfurecía como a mi marido pero debía no hacer mucho ruido para no molestar a Sebastian de su siesta. — Quizás fue lo mejor Swan, por muchas facilidades que represente el vehículo, no me sentía tranquila — procuré decir con una voz firme y susurrante para no despertar a Sebastian de su sueño. Se observaba ya cuando pudimos casi llegar los escombros un gran numero de ellos “Ellos”, quietos; petrificados, con el cuerpo encorvado la cabeza calva y la piel con multiples quemaduras de tercer grado, tenían la mirada perdida mientras su postura irregular e inerte los dejaba ver como si estuvieran en modo “suspendido”. Era una horda completa. Tendríamos que ir con mil ojos pues, no estábamos solos y nunca lo habíamos estado realmente. Sus quejidos comenzaron a aumentar conforme se aglomeraban, nunca olvidaría esas pupilas carmesí tan intensa, “Moustruos” los llamaban mas en su momento no eran tan diferentes de nosotros, habia sido la guerra, y el contacto con la Radiacion la que deformo física y psicologicamente a los desdichados que estuvieron demasiado cerca...  

Estaba todo silencioso, (POR FORTUNA)  pero el viento hacía que los cristales rotos sonaran, que el polvo se moviese de forma acelerada y la basura acumulada en las calles se alzara dando vueltas. Efectivamente esto lo habíamos vivido anteriormente, no era nada nuevo pero debíamos mantener a Sebastian a salvo cuanto antes, no fuese que las cosas empeoraran de un momento a otro como solía ocurrir. — Podemos ir caminando un poco más, puede que haya tiendas de las que podamos apropiarnos de suministros. Después ¿Buscamos la gasolinera? — sujeté mejor a Sebastian y sonreí de lado a Swan tras su beso para divisar la zona primero y después, alzar el paso de nuevo delante de él. — Vamos, por allí hay una farmacia quizá tengan cosas de utilidad para Sebastian — señalé el cartel casi decaído de la cruz farmacéutica y miré a Swan estando delante de él. Ahora que Sebastian había crecido necesitaría sopas, comida blanda y algún que otro biberón...


                                                                     En Otro punto de la Cuidad... 

- ¿¡QUE DIABLOS HACES?!.- Vocifero con fuerza la rubia con gran impresión y altitud en su tono, quedo estupefacta cuando miro como Nolan intervenía en su “área” y penetraba el cráneo del paciente con alevocia.- No no, apártate.- Inquirió de nuevo frenando las manos que sostenían el cuchillo; afilando la mirada y con ellas mirándo al hombre con fijeza con un gesto de clara desaprobación.- ¿Para que mierda solicitaste a un medico si planeas hacerlo todo a tu manera?.- La mujer seguía sin poder asimilar lo sucedido. Reconocía que Nolan era un ser despreciable pero aquello ahora tenia otro significado luego de ver como este masacraba a sus hombres sin la menor piedad u tacto, le dio la espalda filtrándose entre el y la camilla para usurpar el lugar que antes tenia frente al paciente, el otro ya estaba perdido; quizás este podía salvarse.

Nolan sonrió de manera burlona echándose un paso hacia atrás, lanzo una mirada atenta en torno a la retaguardia de la doctora y suspiro.- Oye lindura me parece que no entiendes la situación.- Inquirió atento a las palabras de su interlocutora que permanecía atenta, descartando los verdaderos daños en el paciente que le quedaba para de esta manera poder dar un diagnostico, conforme los segundos transcurrían Nolan fue deformando la expresión en su rostro adoptando un semblante mas serio, algún la chica no lo veía por lo que llegado el momento intervino: Freno con rapidez el brazo de la misma para darle la vuelta sobre su propio eje, acerco su mirada traspasándola con la misma advirtiendo nuevamente el miedo e impresión en sus ojos.- Te traje aquí para salvar a quienes puedan salvarse, no para desperdiciar tiempo y recursos en aquellos que ya están perdidos.- Vocifero con notable frialdad.- ¡Mira...!.- Volvió a girarla perfilandola con el para indicar con su mano restante el punto en el que la había detenido, levanto con cuidado esa parte de su camisa y a nivel del torso un gran hematoma con quemadura incluida de cernía corriendo la piel, le daba un aspecto asqueroso aquella mezcla entre rojo que obviamente era sangre coagulada, verde de la piel podrida y gangrenada y morado del terrible golpe recibido en dicha área.- Ves eso.... ¡¿LO VES?!..... eres ... eres, hermosa doc y entiendo que quieras salvarlos a todos pero, lamentablemente el mundo es una mierda, no todos podemos ser salvados.- La soltó suavizando su semblante y masajeando su frente ante el estrés sufrido segundos antes, entonces suspiro mirándola..- Estos hombres fueron expuestos a la radiación, me gustaría decir que fue mi error al haberlos enviado en una misión suicida pero no, aunque... A nadie le duele mas que a mi.- Nolan era engañoso, su tranquilidad al hablar dejaba poca cabida a prever sus verdaderas intenciones, incluso en contexto no se sabia si era un líder frió y calculador o un despreciable y despiadado terrateniente, seguramente; era ambas.

- Ellos sabían que puntos son los que tienen las mayores concentraciones radiación, sabían que no debían acercarse. Lo bueno es que la lección seguramente quedo aprendida, y es cierto pues mas nunca volverán a acercarse a nada.- Concluyo exponiendo el mango del cuchillo para que la rubia lo tomara y se hiciera cargo.- Bueno eso ultimo depende de ti en realidad.- Sonrió nuevamente viajando en sus recuerdos y pensamientos, archivando en el “presente” las vivencias que figuraban mejor con el momento, la ignorancia latente en aquella rubia era tan visible como su belleza solo su indecisión rivalizaba con ambos aspectos de ella misma.

La mujer no pudo hacer nada mas que dejarse llevar, siempre que quería hablar terminaba modulando palabras mudas, sus mejores ideas se evaporaban al instante y realmente poco conocimiento de “dicha situación” tenia. En el Retiro había tenido que atender heridos y enfermos pero nada mas, Russel no la dejaba salir mas allá de sus dominios; tenían claras sus fronteras y aunque muchos hablaban del deterioro en múltiples puntos de la cuidad y de la mortal radiación, la verdad era que nunca se había expuesto enteramente a esa realidad. Miro el cuchillo y extendió su mano para tomarlo con la mano temblorosa- No soy “lindura”...- Dijo primeramente tomando el cuchillo perdiéndose en el distorsionado reflejo que afloraba de la hoja- Harlow, Harlow Teller.- Trago saliva y endureció su semblante, entonces se giro, utilizando los segundos siguientes en prepararse psicologicamente, entonces cerro los ojos y con la fuerza de voluntad amansada penetro el cráneo del paciente restante privándolo de la vida. Una lagrima recorrió su mejilla y su cuerpo temblaba, Harlow nunca habia tenido que matar a alguien y realmente se había esperanzado con que su papel estaba destinado para salvar vidas, no para quitarlas.

Tal parece que... tu también necesitas aprender una severa lección.- Escucho a su espalda de parte de Nolan que enseguida la privo de la visión con la misma bolsa negra con la que había evitado que conociera la ubicación exacta del Refugio de Canuto, no sabia que pasaría de ahora en adelante, lo siguiente en escuchar fue.- Quemenlos.- No sabia a quien se dirigía pero para entonces ya se encontraban caminando, Nolan la guiaba con su mano empujandola desde su espalda e inclusive podía sentir como de vez en cuando el hombre masajeaba con sus dedos la intercepcion en la que cerraba su sostén imaginándose la sonrisa picara que estaría surgiendo de su rostro mientras permanecía avanzando incapaz de hacer o decir nada al respecto.

Continuaron avanzando hasta que sintio que pisaba el exterior del recinto y era montada en uno de los camiones, sentía como varios hombres cuchicheaban a su alrededor organizándose y recibiendo alguna que otra orden de parte de Nolan: “Monten un perímetro aquí y aquí”, “No se olviden de traer municiones suficientes” “recuerden traer aquel gancho junto con el arnes”. Luego sintio como un hombre tomaba un lugar a su lado en el asiento del piloto y acto seguido accionaba el mecanismo del camión que encendió a la tercera vez, entonces escucho un suspiro sintiendo poco el mismo se ponía en marcha.- ¿A donde vamos?.- Pregunto, su tono generaba cierto eco debajo de la bolsa que la privaba de la mirada.- Tranquila lindura... digo, ¿Harlow?.. Harlow.- Era la voz de Nolan que instaba al silencio mientras seguian transitando la ruta que le era desconocida. Sintió como el camión se dirigía en reiteradas ocasiones en direcciones laterales no especificas, ¿Que camino habían tomado?, la respuesta a aquella pregunta permanecería incluso cuando se le fue retirada la bolsa, acto seguido fue recibida por un panorama que nunca había atestiguado, un escenario de destruccion y deterioro sin precedente alguno, sabia que las “zonas seguras” estaban mejor cuidadas pero aquello estaba mucho mas allá.



 

Los automóviles yacían volcados de lado a lado de la calle consumido por el oxido, los que estaban en su camino eran fuertemente embestidos por su camión que poseía al frente del parachoques una especie de resistencia que evitaba que el móvil recibiera daños por el contacto, a su vez esto servia para limpiar el camino al resto mientras Harlow seguía embelesada por la decadencia que se cernía ante sus ojos, humeaba en distintos puntos, algunos edificios amenazaban con caerse, letreros y anuncios se sumaban a la basura y un extraño olor plagaba el ambiente, un aroma toxico como si el oxigeno estuviera en su mayor parte contaminado, ambientando el escenario intervendría Nolan, con el rostro tranquilo y fijo en la ruta.- Alguna vez fui un profesor de escuela, mi vida eran mis alumnos. Mas que para aprender, mis lecciones convertían a niñatos destinados al fracaso y a la virginidad en hombres de verdadero valor para si mismos, conmigo aprendían a vislumbrar el verdadero propósito de la vida y toda esa mierda que al son de hoy, importa tanto los pacientes que tenias hace rato.- Harlow se asqueroso al finalizar el comentario, Nolan no parecía capaz de terminar ninguna oración con seriedad a lo menos que estuviera molesto.- Era feliz sabes, era jodidamente feliz, disfrutaba de una espectacular esposa; envidiable, tanto que ninguna de las que ocho que tengo actualmente le llega a sus talones y...- Al culminar su semblante endureció el ceño y apretó con algo mas de fuerza el volante del camión suspirando levemente.- Si, una vida perfecta.- Harlow pudo ver con claridad como Nolan titubeaba, por fin advertía un punto débil en aquel hombre mas no sentía que fuese el momento de profundizar en aquel tema, al hacerlo se arriesgaba a que la dejara varada en medio de la nada.

- Aun recuerdo ese día, estaba en facebook vanagloriandome de mi inestable vida social como muchos de los de tu tiempo cuando vi un reportaje extraño. A uno de los peces gordo de Corea del Norte le habían pronosticado una enfermedad terminal. En un principio no me importo, estaba mas interesado en las tetas desnudas de mi esposa que me llamaban a la cama cuando caí en cuenta de que la semana anterior; una noticia similar llego esta vez por periódico.- Harlow se perdió en aquel grueso de información anclándose nuevamente al tema cuando Nolan deslizo la compuerta de la guantera con su diestra, cayendo a sus pies el mismo periódico.- “Fecha 10 de diciembre del 2018, mucha controversia se cierne sobre Corea del Norte actualmente, la potencia militar de asia sufre la perdida de su primogénito, se rumorea que el Presidente del Partido de Trabajo de corea y líder supremo de  de la República Popular Democrática de Corea  Kim Jong-un, carece de un sucesor de su propia sangre,...- Harlow leía el articulo hasta el punto en que el moho y el deterioro de la hoja volvió ilegible lo demás, afortunadamente Nolan continuo.- Me cague de la risa pues esos malditos asiáticos están todos locos de remate, y tuve razón. Al despertar la mañana siguiente, tan liviano como solo una buena follada te puede poner me despertó un fuerte bullicio, creo... que era fin de semana, y manche mi karma maldiciendo con el corazón justo en el momento en que mis pies pisaron el suelo para asomarme por la ventana.- Nolan respiro frenando un poco para poder pasar entre dos montículos de escombros mientras hurgaba en sus recuerdos para continuar.- La gente corría con maletas, carritos de mercado repletos de comida y demás suministros, se montaban en sus autos tirando a los niños como si fuesen equipaje de mano y lo peor, ignorando al hombre desnudo con la pija semi erecta que los miraba soñoliento a través del ventanal. Amanda despertó luego, y por un momento pensé que finalmente la gente se había vuelto loca por lo que no había problema de echar una ultima follada con el fin del mundo o lo que fuera a la vuelta de la esquina cuando sonó el timbre.- Nolan parecía rememorar esos recuerdos de manera vivida, Harlow lo miraba con gran atención pues parecía como si estuviera apropiándose de los mismos recuerdos pasando de las partes embarazosas donde se imaginaba al pene de Nolan semi erguido.- El mundo se había ido a la mierda de un día para otro... Solo supe que la guerra era inminente, los malditos coreanos accionaron todo su potencial de fuego enviándolo a distintos puntos del mundo, fueron hasta su aniquilación pero se llevaron mucho consigo, nos se puede decir que nuestro gobierno fue el mejor, no... todos pensaron que lo mejor era destruirlo todo, y te lo juro, espero vivir para encontrarme con alguno de esos ministros de estado que aparecieron en la tele en días posteriores garantizando que todo estaría jodidamente bien... porque me encargare personalmente de hacer un dildo con material radioactivo para incrustarselos en el ano.- Harlow tenia una historia similar que la de el, recordaba el desorden, el desastre de los bombarderos, los misiles y los hongos de fuego y humo que estremecían la tierra a cada tanto evidencia de que ningún Estado u Gobierno se había contenido con la utilización de ojivas nucleares. Los que hasta el son de hoy vivían eran suertudos pues había escuchado como Japón, China, Reino Unido y demás habrían sido borradas del mapa.

- Dejando de lado todo eso...Si, las bombas dejaron zonas inhabitables, muchos seres vivos expuestos a la radiación cambiaron de manera peligrosamente contagiosa, mira a tu alrededor.- Carraspeo con asco su alrededor escupiendo a su lado de la ventana.- Todo esta en la mierda, y el destino se encarga de recordarnoslo día a día así que cuando  pienses “Nolan es una mierda”, solo echa un vistazo a tu alrededor.- Concluyo sumiendo a Harlow en un silencio sepulcral. Entonces, antes de que alguno de los dos pudiese intervenir dos siluetas fueron visibles en la distancia, la vía dio paso a un terreno con notable espacio, un terraplén de tierra descendía irregularmente dejando ver con mayor detalle el verdadero deterioro de las vías que transitaban, muy diferente al que conocía de las “zonas seguras”.


El convoy de vehículos se movilizaba por la carretera de manera algo ruidosa y rauda, el día apenas iniciaba pero este ya había sido jodidamente productivo. Algunos informes de sus exploradores hablaban sobre los botines que aun yacían en el interior de las derruidas ruinas que antes fueron parte de la gran cuidad. El fallo de alguno de sus hombres habría dejado varado alguno de aquellos suministros cosa que invitaba a los Iluminados a culminar la recolección. Hace mucho tiempo había visto el futuro en esto, distintos lugares conectados unos con otros, como una enorme red, una gran fuerza de trabajo, y Los Iluminados estábamos en la cima, como alguien que debía poner las reglas, porque sin ellas lo que nos diferenciaría de las porquerías pestilentes de afuera sería muy poco. 

Con el tiempo, eran más las rutas que explorábamos, nuestro plan era cubrir más y más terreno con el tiempo, teníamos la suficiente gente, y no nos caería mal aún más, los recursos de todo tipo nos eran proporcionados de muy buena gana por nuestros amigos de las comunidades externas, aunque incluso con ello no bastaba, la cuidad prometía botines y sorpresas inesperados que el codiciaba en gran medida,  ello nos daba tiempo para expandirnos, crear defensas, redirigir el rumbo de las amenazas... ¡El mundo estaba a nuestro alcance!. La ruta que recorríamos nos estaba llevando, las cosas allí se veían tan mal que el olor a mierda parecía real, estaba destruido y vacío, no imaginaba como podríamos sacar algo bueno rebuscando entre tanta basura. Di orden de detenernos, una buena decisión pues poco antes de aparecer, nos encontramos de frente con... - Vaya mierda, sinceramente no recuerdo la última vez que vi un pequeñajo como ese, y luego, mira a esos dos, pasarían fácilmente por indigentes, carajo- El camión se había detenido frente a ellos, aunque a una distancia prudente, aproveche ese momento y me dirigí a Harlow - Da la señal, vamos a ver que tenemos aquí- Dicho eso, y en compañía de varios salvadores armados, me baje del camión, encanrando a aquel trió con una media sonrisa. 

Pase a tener en mi rostro mayor seriedad a pesar de que sin abrir la boca seguía manteniendo dibujada una sonrisa, levante los brazos mientras nos acercábamos a las tres personas, y los baje poco antes de estar a una distancia en la que mi voz fuera audible. -Bueno, hola, que tenemos aquí... ¿Dos aves que aprendieron a volar?- A esa distancia, ya me fue posible distinguir con más claridad a quienes acompañaban al pequeño -Un hombre, su hijo, y... bueno, espero que su madre- Esta vez mostré los diente al sonreír, mirando a la rubia de pies a cabeza y lamentando que tuviese demasiada ropa encima. -Déjenme presentarme- Volví a hablar,  mirando a mi grupo a mis espaldas, Harlow se bajaría tarde observando todo de una distancia razonable, luego de nuevo al frente - Soy Nolan, y solo tengo una pregunta para ustedes... ¿A dónde mierda se dirigen?- La cosa había tomado un giro interesante, ocupaban un lugar abierto e ignoraba la presencia de los “malditos” por la zona, aun se mantenía en suspenso a que quería llegar Nolan con aquel viaje pero enseguida miro de reojo a Harlow y anuncio.- Parece que hoy todos aprenderemos un par de cosas.- Entonces reparo en aquel trió, esperando fuesen lo suficientemente sensatos como para responder a sus palabras con la mayor brevedad posible.... 


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