Imagen cortesía de Iberdrola
Antes se afirmaba que las cosas artificiales nunca superarán a la obra de Dios, que lo natural siempre será mejor que cualquier cosa hecha por el ser humano, sin embargo sospecho que esa premisa aparte de pasada de moda ya empieza a ser más que superada. Es que resulta evidente que nos estamos transformando en una especie que prefiere que los objetos piensen por por nosotros y no que sean herramientas para poner a trabajar esa masa gris que tenemos entre las orejas.
Es allí como nos volvimos "consumidores" de todo tipo de "mañas" artificiales, desde alimentos que simulan el sabor de frutas naturales hasta máquinas que sustituyen nuestro cerebro. Es curioso como algunos expertos aseguran que hasta ahora nada supera a la inteligencia humana, sin embargo nuestra "insuperable" computadora natural cada vez es menos utilizada, casi que para algunos llega a niveles de adorno en comparación con las cacareada inteligencia artificial.
Entiendo que existen situaciones muy complejas en donde las máquinas (bueno ahora los super computadores) utilizados como herraminetas nos pueden ser útiles para solucionar problemas de la cotidianidad (por ejemplo, la posibilidad de hacernos sociedades más igualitarias y justas utilizando la vida virtual en función de lograr alternativas eficientes que contrarreste el dominio de los poderosos e insaseables amos del mundo), pero lamentablemente somos presa de nuestra propia comodidad.
Paso a paso vamos siendo reemplazados por altgorimos en la misma forma que nuestra materia gris no parece ser tan necesaria para cumplir trabajos desde algunos simples como repartidores de pizza hasta complejos como controladores aéreos. Algo parece claro, resulta irónico que el trabajo más inservible que es el de ser político ese no corre peligro de extinción, ¿será que la inteligencia natural para el engaño y corrupción no es posible hacerla artificial?
Carlos D Pérez Guerrero / @waraira777