¿Eres feliz?
Creo que esa no es la pregunta correcta.
¿Entonces?
creo que la pregunta correcta es ¿eres pleno?.
Veras cada persona encuentra su propia felicidad en hacer lo que le gusta, o en alcanzar algo que se propuso, el borracho se siente feliz cuando puede tomar, el estafador cuando logra hacer su fechoría, el enamorado se siente feliz cuando logra que le den el si, el pobre se siente feliz cuando tiene dinero, el universitario al alcanzar el título, y aunque muchas de estas cosas no son malas por alguna extraña razón pasado un tiempo todas estas cosas que en su momento trajeron felicidad a nuestra vidas parecen que ya no las generan más y buscamos nuevas cosas que nos generen felicidad, tratamos de llenar nuestras vidas con una fiesta más, con una cerveza más, con un logro más, con un nuevo amor, y pareciera como que nunca nos sentimos satisfechos del todo, y es que mientras busquemos llenar nuestro interior con cosas externas nunca se saciara nuestra alma.
Juan 4.13 Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, 14 pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que esa agua que yo le daré se convertirá en él, una fuente de agua inagotable que brota para vida eterna.
Tratar de llenar nuestras vidas con cosas externas solo seguirá produciendo sed en nuestra alma, pero si dejamos que sea Dios quien sacie nuestras vidas entonces nunca mas volveremos a tener sed.
Así que no solo deseo ser feliz, deseo la plenitud de Cristo en mi vida, quien se ha convertido en esa agua que ha saciado la sed de mi alma.
Excelente mensaje para reflexionar, las cosas del mundo no dan la verdadera felicidad sino la palabra de Dios.
Invito a pasar por mi blog.
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