Existe una gran tendencia a pensar que las películas animadas, especialmente las japonesas, son historias para niños con aventura y amigos fantásticos, al mejor estilo de Mi vecino Totoro u otras historias de los Estudios Gibli. Sin embargo, basta con investigar un poco sobre este género para darse cuenta de que no es así. Existen muchos animes que cuentan historias más crudas y que están pensados y hechos para un público más amplio, no sólo infantil.
En esa línea, se encuentra la película de 1983 Hadashi no Gen (Barefoot Gen) , adaptada de un manga de los años setenta, creado e ilustrado por Keiji Nakazawa. El primer ladrillo para cimentar una historia tan memorable como esta es que es un relato autobiográfico, basado en las experiencias del autor. Es decir, el propio Nakazawa vivió algunas de las cosas que se narran en la película. No hay animales gigantes ni castillos ambulantes, sino experiencias personales y reales. En este sentido, el manga me recuerda un cuento de Akiyuki Nosaka titulado La tumba de las luciérnagas, que también fue adaptado como una película de animación memorable. Sobre esa película, publiqué un artículo hace algunos meses: La tumba de las luciérnagas (Película): animación y literatura se funden en una emotiva historia
Barefoot Gen narra la historia de un estudiante de primaria, Gen Nakaoka, que vive con su familia en Hiroshima en medio de la segunda guerra mundial. Vive con su hermano menor, su hermana mayor, su padre y su madre embarazada que está a punto de dar a luz. Ubiquemos el momento histórico: del eje Alemania-Italia-Japón que se enfrentó los aliados durante el conflicto bélico, ya Italia había caído y el Tercer Reich había pronunciado su rendición en abril de 1945, tras la muerte del Führer (algunos dirán la supuesta muerte, pero eso no nos atañe en este post). Pero Japón no se rindió y siguió batallando contra los Estados Unidos que aún tenían muy fresco el recuerdo de Pearl Harbor, el ataque sorpresa de los japoneses en Diciembre de 1941. Así que, aunque la guerra ya está perdida, el emperador nipón no quería capitular y mantenía vivo el conflicto.
Se han contado muchas historias sobre la segunda guerra mundial ambientadas en Alemania, Inglaterra, Italia, Francia, pero no muchas cuentan la historia de los ciudadanos japoneses. Es decir, ¿cómo vivía el campesino ese momento? Las zonas rurales del Japón milenario, dedicadas a la pesca y la agricultura, las ciudades que no eran objetivos primordiales para los enemigos, ¿Cómo las afectaba la guerra? En esta película vemos cómo a la familia de Gen le cuesta conseguir alimentos para todos, cómo tienen que correr a los refugios antiaéreos cada vez que activan la alarma y otros obstáculos derivados de la guerra. Sin embargo, aunque la vida es dura, ellos salen adelante. Los ciudadanos no están de acuerdo con que el emperador siga luchando una guerra que ya está perdida, pero eso no evita que la tragedia caiga sobre ellos.
Cuando vemos los aviones norteamericanos surcar el cielo y leemos las palabras Enola Gay, sabemos lo que viene. Tras un ultimátum, el emperador japonés se negó a rendirse y la fuerza aérea estadounidense realizó un ataque en el que dejó caer la primera bomba atómica de la historia. Era el seis de agosto de 1945. La fotografía de la nube de hongo que se formó tras la explosión es una postal histórica, pero no hay (no era posible) un video sobre el suelo de Hiroshima. La explosión, la onda expansiva y todo lo que la bomba arrasó, sólo fue concebible al analizar los restos y los escombros que quedaron. Allí donde la realidad no llegó, llegó el maga y el cine: Barefoot Gen muestra la explosión desde abajo. A pesar de ser un anime, las imágenes de la explosión son abrumadoras y fue uno de los rasgos que la hicieron destacar en su momento y que la han hecho perdurar en el tiempo como una cinta de culto en el género animado del país del sol naciente.
Pero la película no termina allí porque no todos los habitantes de la ciudad murieron inmediatamente con la explosión; luego vinieron las secuelas, la radiación, la caída del cabello, los vómitos, las heridas internas, los que quedaron atrapados en derrumbes y en incendios, los que enfermaron por la lluvia ácida que cayó tras la condensación de la nube de hongo... aunque el póster se vea colorido y en muchas escenas la historia resulte amena y conmovedora por ser contada a través de los ojos de un niño, es un episodio terrible de nuestra historia como especie. Por la animación, el tratamiento del tema y la mezcla de emociones que genera, la considero una cinta de 8/10 y uno de las mejores películas animadas de la historia. Si te gustan las películas animadas, especialmente las japonesas, Barefoot Gen es una parada obligatoria.