Salgamos de las redes virtuales del día a día, del Internet de las cosas, las cadenas de bloques y demás, para detenernos en otra actividad igual de cotidiana, que todos en algún momento debemos encarar. No todos tienen un lavavajillas personal y si bien algo tan simple como lavar los platos no parece tener ninguna ciencia, al igual que toda actividad siempre hay mejores y peores métodos o formas de hacerlo.
BACHERO DE CIENTOS DE COSAS
El señor Soto ha llegado a lavar en 1 día y medio vajilla de 200 y hasta 300 personas, más de 30 cajones con platos, cristalería, dips y otros potes que llegan a sus manos salvajemente sucios. Si se juntaran los restos de todos los pedidos, dice que habría guiso de sobra.
Aunque lo hace con la ayuda de un lavavajillas infalible e inteligente como un robot, cada cosa debe lavarse antes con sus manos. Las copas y vasos van directo, pero toda la loza, así como las ollas y asaderas, deben pasar por un lavado a mano igual de minucioso que como debería serlo el lavado doméstico, en nuestras casas.
De los cientos de platos que llegan, cada uno lleva impresa la escarcha de salsas, aceites, aderezos, cremas, chocolates durísimos y pedazos de comida incrustados. No queda otra que agarrar la esponja y a darle, antes de meter cada bandeja al lavavajillas.
¿Cómo lavar los platos a mano de forma rápida, pero dejando las cosas impecables? Eso le consultamos al señor Soto y estos son, más o menos, algunos de sus consejos sacados en limpio...
Así debería estar nuestra bacha antes de lavar: reluciente y despejada
NO COMENZAR POR LA ESPONJA
Antes incluso de abrir la canilla, el primer paso es barrer los platos. No sólo con los cubiertos, fundamental también la asistencia posterior de una servilleta (lo ideal sería papel absorbente, pero sería carísimo), con una espátula, o bien con las propias servilletas ya usadas en la mesa.
Pasar con ganas y firmeza por la superficie del plato y sacar el grueso de cosas.
ZONA LIMPITA
Es obvio, pero no por ello hay que pasarlo por alto. Tanto la zona, es decir la bacha y la mesada, así como el material de lavado, deben estar inmaculadamente limpios. En caso contrario, tal vez ensucies aún más la vajilla y sea más difícil su limpieza.
Ejemplos de lo que no debe hacerse:
EL ORDEN DE LA VAJILLA A LAVAR ALTERA EL PRODUCTO
No lavar en cualquier orden. Siempre se arranca por lo más limpio; es decir, vasos, copas o bowls de ensalada, por ejemplo, para seguir luego por lo más sucio. Si empezamos por los platos, las ollas o las tablas llenas de tuco de pizza, seguramente enchastremos la zona de lavado y las esponjas, ensuciando así las próximas cosas.
Lo más limpio primero, lo más sucio después:
EN LAVADOS A MANO, MENOS ES MÁS
Los bacheros de oficio lo saben mejor que nadie. El exceso de espuma no suma. Cuando la bacha está llena de burbujas, aunque parezca lo más higiénico del mundo, eso no es efectivo.
¿Por qué? Básicamente, porque no se requiere de tanto detergente. La medida debe ser considerable, pero no excesiva. Mucho jabón puede esconder pequeñísimos rastros de suciedad que entre tanto enjuague escapan a nuestra vista.
JABÓN Y AGUA CALIENTE
Es una dupla imbatible para lavar. Alcanza y sobra con un poco de detergente y agua caliente para limpiar y desinfectar los platos. En el caso de ollas y cosas demasiado sucias, también es bueno calentar agua previamente, aplicar desengrasante y luego el chorro ya caliente.
PINZAS DE CANGREJO
Otra obviedad digna de escribirse. ¿Cómo agarrar los platos sin que se nos resbale de las manos? Sujetar cada plato con el dedo gordo y el dedo índice, como si fueran garras de cangrejo.
POR DELANTE Y POR ATRÁS
No basta con hacer círculos sobre la superficie del plato, aguita y a secar. Los platos se lavan por delante, recorriendo toda su superficie, desde el centro, curvaturas y ¡bordes!; pero también hay que darlos vuelta, aplicando con el mismo grado de detalle y opresión la parte trasera del plato.
NO PIERDA TIEMPO, NO PIERDA AGUA
Optimizar el lavado hace que esta tarea resulte más leve, menos pesada. Nada de chorros de agua infinitos. Mejor llenar antes un recipiente limpio; por ejemplo, una hielera, apenas un par de gotas de detergente y con esto ya se podrá rasquetear y frotar los platos, sin necesidad de hacerlo con la canilla abierta durante 20 minutos como si fuera una ducha de vajilla, enjuagando cada elemento por separado y bajo agua... No tiene sentido.
Otro método recomendable es emplear un recipiente grande, ya sea aprovechando una olla no tan sucia, o una palangana de uso exclusivo para esto, llenarla de agua caliente y un chorrito de detergente, sumergir los platos y empezar a darle.
ESTAR CÓMODO
Cualquier labor es clave realizarla en situación de comodidad. Muy importante tener toda la zona vacía y despejada para ir apilando por un lado lo sucio y por otro lo ya enjabonado.
Y pararse derechito, erecto como una estaca, prácticamente sin levantar las plantas de los pies del piso.
ESPONJA COMÚN Y ESPONJA DE ALAMBRE
No son las más recomendables y suelen alojar entre sus grietas colonias de bacterias, pero son las más populares y accesibles, además de operar a la perfección para erradicar los restos y huellas atascadas en el plato, siendo estos otra causa común de la presencia de gérmenes en este tipo de esponjas.
En superficies detonadas de suciedad, primero aplicar la esponja de alambre y luego la común, esa amarilla de techo verde que abunda en hogares de todo el mundo.
Según esta web https://www.rodalesorganiclife.com/home/best-way-to-wash-dishes/slide/3, la ideal es la esponja de fibras naturales, como la de bamboo, pero cuestan como 13 dólares cada una.
ATENTOS CON EL LIMÓN
El limón es un eficaz limpiador de platos, gracias a sus propiedades antibacterianas y su contenido de ácido cítrico. Un estudio publicado en 2013 en el World Journal of Microbiology and Biotechnology apunta que los limones son asesinos por naturaleza de bacterias que se encuentran en la boca, así como muy útiles para desinfectar platos y vasos.
CONSEJOS DE UN CHEF ARGENTINO
Durante la elaboración de esta simple guía sobre cómo lavar los platos a mano, poco antes de poner el punto final, el mismo 14 de abril de 2018 el chef argentino Paco Almeida publicó en su cuenta de Twitter algunas técnicas infalibles de lavado, que coinciden mucho con las sugerencias de Soto.
Técnicas de Paco Almeida: https://twitter.com/ChefPacoAlmeida/status/985187342871945216