Esto lo escribo para el hombre inteligente, ese que quizás nunca llegue a conocer. Es para la persona especial que el destino me ha pronosticado, mi mitad, el complemento de mi existencia.
Es para ese con el cual me comunicaría con miradas y quien comprendería estas palabras más allá de su significado.
Cariño, no hace falta que entiendas. Esto no lo escribo para ti.