Se les ve con sus vehículos nuevos, no tienen trato con nadie aunque hablan el idioma español, en las reuniones de condominio, permanecen callados, sordos a los asuntos vecinales. La única referencia que conocemos es que cuando éramos niños, siempre había un “turco” que vendía telas a las mamas y cobraban con una tarjeta semanal.
Se volvieron tan prácticos y ambiciosos que llegaron a vender a nuestras familias aparatos de sonido, aires acondicionados, neveras y otros enseres aunque su especialidad fuera telas y muebles de madera.
Esta gente constituye una inmigración que no ha aportado nada a nuestra nación, viven aislados y solo tratan de hacer una extensión de su tierra en suelo patrio sin mezclarse en nada con los nativos, aunque reciban todos los beneficios que tiene nuestro país.
No realizan industria alguna, nada mas compran y venden lo que es su costumbre y de manera increíble, logran hacer dinero, compran casas y no comparten en absoluto con los connacionales. Reciben sus visitas, fuman una cosa rara de diversos tabacos y sustancias con algo que parece una lámpara y una manguerita que chupan para echar humo. Si se quiere disminuyen las potencialidades de trabajo de los venezolanos y siguen llegando en cantidades masivas.
Recuerdo que en Maturín donde vivió mi familia, los mismos familiares árabes, mataron a una muchacha y la metieron en una maleta para llevársela, porque estaba en amores con un muchacho negro.
No sé si mide esta inmigración y cuál es su situación actual, pero algo muy bueno debe tener Venezuela para ellos porque los árabes no se van, están asentados firmemente y tienen muchos negocios, todos de compra-venta, nada de transformación o industria.
Son tan sectarios esta gente que inclusive sus niños tampoco juegan con venezolanos, permanecen hablando solo su idioma y se les ve los fines de semana con gente de su misma raza o nacionalidad.
Me da mucha gracia, verles tan apegados a sus costumbres, como sacan una mesita y sus tacitas con tetera y toman una infusión en el frente o porche de su casa, todos los días. Religiosamente hacen esto, cosa que me parece muy familiar, aunque no se reúnen con nadie venezolano, son como pájaros de un mismo plumaje que vuelan juntos.
Creo que la nueva Venezuela tendrá que elegir mejor su inmigración como hacen algunos países como Canada,1que selecciona que tipo de profesionales necesita y les abren sus puertas, no como Venezuela que se ha llenado de gente que hace lo mismo que venezolanos sin educación y recibe mucha gente que viene a competir con esos venezolanos. Me parece que a nuestro país no le conviene para nada esta inmigración, que viene solo a extender su territorio y costumbre entre la gente de aquí sin aportar nada que engrandezca a la patria.
Necesitamos gente como los italianos que nos han enseñado y aportado tanto, gente industriosa y nada pretenciosa que vienen a fundirse con nuestras costumbres y a engrandecer al país. Por eso es que países como el nuestro están conformados por una multitud de nacionalidades inmigrantes que vinieron a compartir esta tierra de promisión en igualdad de condiciones.
La pregunta que me hago es, ¿Si no les gusta la gente de aquí, porque vinieron?. La respuesta es por la cantidad de riquezas que posee la patria y que la compartimos con todo el mundo, aunque sus costumbres sean sumamente egoístas.
Authors get paid when people like you upvote their post.
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE STEEM!
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE STEEM!