En un país donde las televisoras cierran sus departamentos de prensa, los periódicos carecen de papel para la impresión de sus ejemplares, emisoras son cerradas tan solo por capricho de los gobernantes, el periodismo freelance en Venezuela representa una manera de mantener vivo el ejercicio de la profesión y la libertad de expresión en el país, sin embargo muchos profesionales de la comunicación llevan la carga de hasta cuatro trabajos o más en esta modalidad laboral para poder sobrevivir.
Cabe acotar que un freelancer, no es más que un trabajador independiente, sin jefe, cuya actividad principal es prestar servicios a terceros a cambio de una remuneración económica. A parte de las ventajas ya conocidas, como trabajar desde tu hogar, no tener jefes inmediatos , poder compartir un poco más de tiempo con la familia o lograr organizar el tiempo sin necesidad de cumplir horario, en el caso de los periodistas independientes venezolanos, existen otros tipos de beneficios dignos de ser tomados en cuenta debido al desequilibrio económico que afronta el país, como por ejemplo no gastar dinero por concepto de transporte al trabajo, poco desgaste físico, puesto que de lo contrario ameritaría una mejor alimentación y por último y no menos importante el poco uso del calzado, el cual sería imposible renovar o reemplazar percibiendo más de cinco salarios básicos.
Un gremio comprometido con los derechos humanos, la democracia y el verdadero funcionamiento de las instituciones democráticas, como lo es el periodístico, es uno de los peores pagados en la nación venezolana, por lo que diariamente muchos se debaten entre seguir en el ejercicio profesional y padecer el hambre o atreverse a dejar el periodismo y buscar con todo el dolor del alma actividades más lucrativas que garanticen su sobrevivencia y la de su núcleo familiar.
La crisis económica venezolana está haciendo añicos la frase del escritor Gabriel García Márquez "El periodismo es el mejor oficio del mundo", puesto que aunque no cabe duda de que lo sea, las caras lánguidas y los cuerpos famélicos de los periodistas, son apenas algunos de los rasgos reveladores del viacrucis que padecen.
En Venezuela, debido a sus leyes en materia laboral, contratar un trabajador freelance implica para la empresa contratante ahorrar pagos como cestaTicket y prestaciones sociales, además de eliminarse por completo otras responsabilidades como la inamovilidad laboral, sin embargo esta dinámica permite al interesado hacer contacto con empresas ubicadas fuera de su territorio nacional, lo que le brinda una posibilidad de una mayor remuneración por su trabajo.
Analistas e historiadores coinciden en señalar esta coyuntura socioeconómica como la peor crisis en la historia republicana del país, siendo el gremio periodístico uno de los más golpeados por esta situación, la censura gubernamental y la crisis económica actual se han encargado de hacerle la guerra al periodismo crítico, sin embargo a pesar sentencias, regulaciones y decretos gubernamentales que pretenden mancillar el periodismo ético venezolano, sigue habiendo profesionales que no temen defender la verdad al precio que sea.