Un zapato con suerte, historia de amor entre protestas
En las calles frías y desoladas de Caracas, se encuentra Abelardo un zapato viejo y desolado, muerto de hambre, lo acobija el frío y la soledad, triste y acongojado, solo pensaba, en el día de estar con su amada y poder bailar.
Una noche en plena y total oscuridad, Abelardo escucha en el más allá, boses y gritos, todos corriendo sin cesar, “¿que son esos gritos y esas detonaciones?” dice Abelardo, - “¿qué ocurre en la ciudad?”, pregunta “- ¿qué, está ocurriendo señor?,
-“¡Nos atacan los policías, corre para que no te atrapen!”
Abelardo confundido corre, hacía donde se encuentra el enfrentamiento, ¡ “Santo Dios que es esto”!, “¿por qué nos hacen daño?”, ¡son unos cobardes!, fueron sus palabras.
Entre la turba, golpes y peleas, gritos y llantos; en el horizonte Abelardo visualiza a Elena, golpeada y tirada en el pavimento. Elena es una zapatilla fina de marca, una Carolina Herrera.
-“¿te encuentras bien?” pregunta Abelardo
-“¡si, me encuentro bien, solo algo aturdida!”
-“Ven levántate, vamos, ¡te ayudo!”
Caminaron hasta la sombra de un árbol, retirándose de la pelea y el enfrentamiento.
-“Dime, ¿cómo estás?, ¿te encuentras bien?”. pregunta Abelardo
-“i Si muchas gracias por preocuparte, y gracias por tu ayuda!” responde Elena.
-¿Qué haces acá?, ¡en este desorden!, como una zapatilla tan hermosa, se encuentra en este enfrentamiento.
-¡Oye!,¿por qué preguntas eso, acaso no sabes porque luchamos? Ó ¿eres imbécil?
-¡Ey!, cálmate si, “¡deja de insultarme!”
Entre el desorden y el desastre, llegan las amigas de Elena y se la llevan del lugar y se la abaratan de las manos Abelardo; Quedando Abelardo desconsolado y admirado de tanta belleza.
-“¡oye!, tú zapato desaliñado”, -grita un policía a Abelardo, - ¡si tú, ven acá!
Abelardo, asustado y tembloroso, no hace resistencia alguna y se entrega, Lo detienen, lo encierran en un calabozo con los demás protestantes. Una vez encerrado entre esas cuatro paredes se preguntaba:
-¿Quién será?, esa hermosa zapatilla que me ha flechado, “¡creo que estoy enamorado ¡” - se preguntaba Abelardo internamente.
Al transcurrir el tiempo, Abelardo en la cárcel siendo inocente, se hace amigo de un zapato Loblan, el cual crearon una gran amistad, también en su grupo de amistad se encontraba un tenis deportivo Nike.
Entre conversaciones, Abelardo les comenta a Loblan, y a Nike, lo ocurrido ese día con esa zapatilla:
-¡Escuchen! Amigos míos, “Estoy acá encerrado, y resisto este encierro por mi gran amor, que su nombre no he de saber”
-¿Cómo es que su nombre no has de saber? Pregunta loblan, ¿acaso es un amor imaginario que te has creado?
Jajjajajajajajajaajaj risas de Loblan y Nike.
-¿De verdad, podrás estar tan loco para tu mismo creértelo?, lo que has dicho Abelardo. Pregunta Nike.
-jajajaajaj, “¡es una locura estar enamorado!” ajjaajajaj, ¿Verdad? - dice Loblan, les contare la historia de mi vida y verán lo que es estar “¡enamorado con locura!”.
Sorprendidos, Abelardo y Nike, lo escuchan intrigados; Y murmuran al oído, “¿será cierto que se ha enamorado?” pregunta Nike, - ¡no creó¡, responde Abelardo.
Como una Loblan, siendo tan robusta y fuerte, de mal carácter, podría Haberse enamorado alguna vez en su vida.
Continua Loblan. Con acento llanero en su voz
-Me encontraba yo, con mi caballo, andando en el llano, arriando mi ganado, cuando de repente; escucho a lejos una “Frazzany” gritar, “auxilio, auxilioooo, ¡ayuda, por favor!”, es cuando me desboque en mi caballo, hacia donde se encontraba ella, al verla rodeada de esos cuervos maliciosos, Zapatos Romanos!, tome mis pistolas y empecé a disparar. Pann pannn pann.
Cara de asombro de, Abelardo y Nike. Escuchando a Loblan.
-Es cuando dos de los bandidos se vienen en mi contra y también empiezan a disparar, pann pann pann. Pero yo con mi “astucia”, me coloque de bajo de mi caballo, para poder evitar las balas. ¡estando de bajo! de mi caballo, es cuando comienzo a dispararles y le he dado a cada uno de los forajidos y los he derribado, uno a la izquierda otro a la de racha, pann panan pann. - cuando de repente los otros forajidos malvados que asechaban a mi Frazzani, salieron huyendo dejándola sola.
De pronto, mi frazzani abre los ojos. Muy contenta y la ves desconcertada por lo ocurrido y dice:
-¡Ah! ¿Eres tú? quien me ha salvado de esos forajidos.
-Ya más tranquila, después de quitarle las amarras.
-Gracias te doy, por Haberme salvado eres un gran hombre.
“¡Fue en ese instante cuando la vi a los ojos color avellanas y mi corazón se deslumbro de amor!”
-Desde ese instante no tuve ojos para otra mujer en mi vida.
-Y ¿por qué?, estas solo en la actualidad Loblan, pregunta Abelardo.
-Mira gran amigo, déjame terminar par que entiendas lo ocurrido, después de rescatar a mi amada Frazzani su amor hacia mí, fue correspondido, “¡yo era su gran amor, y ella era el mío!”.
Al trascurrir los años éramos felices, yo con mi ganado como siempre, ella en la hacienda al cuidado de la casa, como toda mujer dedicada y ejemplar, “ ¡la amaba con todo mi corazón y aun la sigo amando!”, ¡bueno en fin!, “!siempre será mi único y gran amor¡”, recuerdan a los forajidos que escaparon en el enfrentamiento del rescate de mí !amada¡, cobraron venganza, llegaron a nuestra casa, arremetieron con mi amada frazzani, destrozaron todo, mientras yo no estaba, yo me encontraba en mis quehaceres diarios, con mi rebaño ha cuesta, fue en ese momento que esos “bandido” (en tono rabioso, habla Loblan), aprovecharon a entrar a mi casa y acabar con mi vida. ¡Hasta hoy no sé nada de mi amada!, ¡fue secuestrada por esas sabandijas!, ¡por ello!, “! hoy me encuentro encerrado en esta cárcel por haber matado a uno de ellos ¡”. Pero no me arrepiento, de haber hecho lo que les he comentado.
Con lágrimas en sus ojos, y sacara llena de tristeza, el gran Loblan solo mostraba una máscara, una coraza de ser tan temible y robusto, ya que solo se encontraba lleno de coraje por lo acontecido a su amada frazzani.
Abelardo con su cara llena de nostalgia al igual que Nike, quedaron cayados unos minutos, solo consolando con su compañía a Loblan.
Luego de escuchar tan magnifica historia de Loblan, todos los reclusos proceden a descansar; caída la noche, ya apunto de irse a dormir, unos rebeldes sin causa de la cárcel, los llamados converse, una pandilla de reclusos que maltratan sin motivo alguno a los otros presos, tomaron Abelardo y lo llevaron hacia las duchas:
-¡miren, miren!, lo que nos hemos topado por acá, al “niño bonito”.
Abelardo no contesta ni una sola palabra, solo los mira con cara de rabia
-! hooolaaaa¡, caperucita jajajaja, en forma burlona, le hablan
Jajajaja jajajaja risas de todo el grupo converse.
-¿Qué quieres? niño bonito, te encuentras perdido.
-¡No! no lo estoy
-“¡Tómenlo muchachos y tráiganlo, hoy pasaremos una buena noche”! Jajajajajaajajajaj
-¡NOoOOO! “! suéltenme por favor ¡”
Los converse, toman Abelardo y lo llevan hasta los baños, es cuando, empiezan a golpearlo hasta dejarlo casi inconsciente. estando moribundo llegan otros reclusos y lo llevan a la enfermería, es cuando se da cuenta, Loblan y Nike de lo ocurrido. Y se dirigen hacían a la enfermería, para saber del estado de salud de Aberlardo.
Para sorpresa de Abelardo una de las enfermeras, (zapatos blancos de piel cómodos), era una de las amigas de Elena que se encontraba en la protesta de la ciudad:
-¿Hola como estas? Pregunta Abelardo- la enfermera no contesta solo, sigue atendiendo sus heridas.
-¡Hola!,¿te puedo hacer una pregunta?
-¡No! ¡no puedes!, no me permiten hablar con reclusos.
-¡Pero, es de vida o muerte!, anda por favor. suplicando Abelardo.
“¡Te he dicho que no!”
-¡Por favor te lo pido!, es solo una pregunta.
¡Está bien dime!, pero que sea rápido; y una sola pregunta.
-¡Ok!, ¿tú eres?, una de las chicas que estaba en el disturbio en la ciudad, y ayudo a una zapatilla a salir del disturbio.
“¡Por favor ayude a muchos!” ,(En un tono irónico y prepotente), acaso no ves que es mi deber hacerlo. “¡Soy enfermera!”
-¡Si! Eso lo entiendo, pero hubo una en particular, esa chica ¡estaba en mis brazos ¡¿no me recuerdas?
¿Quién Elena?, ¿qué hacía?, ella en tus brazos, por favor. “¡A ti nunca te he visto, ni te recuerdo!”
La enfermera termina de atenderlo y lo deja solo en la camilla, entonces es cuando Abelardo, se da cuenta que ya sabe por lo menos su nombre:
-¡Se llama Elena!,¿pero me falta saber dónde vive, o donde encontrarla?
En ese instante, entra Nike y Loblan, para asegurarse del estado de salud de Abelardo:
-¿Cómo estás?, que te ha pasado Abelardo, ¿quién? te ha hecho esta monstruosidad, habla hermano, y te juro que te vengare, ¿quiénes fueron, los que te han golpeado?, ¿los de las colinas?, ¿los converse?, habla ya! Abelardo, - pregunta Loblan, desesperado
-¡Mira! Abelardo, dinos quienes fueron ya, pero habla, pregunta Nike.
-Ya calmados compañeros, no vale la pena seguir peleando, ya lo que paso, paso, aún sigo vivo que es lo importante, para así poder buscar a” ¡mi gran amor!”.
-Ja “! si habla babosadas como que le dieron bien duro en la cabezota ¡” Murmura Nike- más bien levántate y vamos para que descanses, no valla hacer que acá te medio maten. vamos “ujale ujajle, bate quebrado”.
Loblan y Nike, ayudan al pobre de Abelardo, y se dirigen a su celda, en el camino se encuentran a los converse, y Nike- el atlético Nike, suelta Abelardo y se enfrenta a los converse, insultándoles:
-“¡Son unos cobardes!”, vengan pues peleen vamos a enfrentarnos como hombres.
-¡y!, a este ¿qué le paso?, ¿tiene la adrenalina alta o qué?, jajajaja,- habla uno del grupo en forma burlona y sarcástica.
-¡Sí !, ¿qué me pasa?, que ¡ustedes fueron quienes golpearon Abelardo!
-¡Quítate!, chico atlético hormonal jajajaja. “¡Ve a inyectarte pendejo!”.
Furioso Nike, por el comentario se le abalanza a los converse, pero Loblan se interpone en su camino, y le dice, - “¡quieto Nike, que solo no podemos y con Abelardo en esas condiciones menos!”-pero Loblan tenemos que hacer algo, - ¡tranquilo que llegara su momento, pero ahora no!
Entonces los converse se retiran y Abelardo, Nike y Loblan, también siguen su camino. Ya más tranquilos, todos recostados en sus respectivas camas comenta Abelardo:
-¿Saben algo?, primero darles las gracias por preocuparse por mi.je je je, ¡son buenos amigos!, y decirle que muero de amor por Elena. jajajaja, saben que ya se su nombre, ¡es ELENA!.
-¿Quéeeee?, acaso no sabías su nombre, en todo este tiempo, payaso baboso. Responde impresionado y sorprendido Nike.
-“¡Lo que es el amor!” murmura Loblan.
-tengo que salir de acá lo más pronto posible y conseguir, buscar a Elena, y ¡ustedes me van ayudar a salir de estas cuatro paredes.! - tú estás loco, definitivamente le estropearon el cerebro con la golpiza a este loco.
-Déjalo quieto, Nike, como se nota que no te has enamorado; - ¡cuenta conmigo! Abelardo, para lo que sea. - si claro los tortolos pues, deberían besarse jajajajaj.
-Es lo que ustedes creen que nunca me he enamorado- de una forma más seria y nada burlona responde Nike. ¿Quieren saber mi historia?
Se pone de pies Nike, se dirige a su mesa, de un libro saca una fotografía, de 15x10, y se las hace ver a sus compañeros de celda.
-¡Ella es mi gran amor, mi chica Adidas, esbelta, linda, hermosa, atlética; la mujer de mi vida, la vi por primera vez en un juego, Cocodrilos vs Gaiteros, una aniamadora, apasionada, con su ¡uniforme, de color lila y amarillo!. Su piel color morena, tono canela dorado ultima edición de Adidas.
En fin, termino el partido, y en la celebración, para mi sorpresa el grupo de animadoras se encontraba en la fiesta de celebración.
-¡Guaaooo! Esas nenas todas reunidas en un solo lugar, interesante responde Abelardo.
-¡S! todas, pero la más hermosa era mi “¡Adidas chica dorada!”; fui directamente hasta ella, conversamos un largo rato, para mí “¡fue lo mejor de mi vida!”. Contactamos varias salidas, nos enamoramos, existía entre los dos una pasión descomunal jjajajaja. Pero todo no fue perfecto.
“¡Sucedió lo que a muchos deportistas nos ocurre!”
-Si nos imaginamos compadre, o no Abelardo Contesta Loblan
-Las drogas, se “¡apoderaron de mí!, perdí todo, mi fama, reputación, respeto, y lo peor del caso perdí a mi bella Adidas, no soporto verme perdido en las drogas, mi comportamiento cambio, “¡yo la amaba, con todas mis fuerzas!” pero las drogas me dominaban, era incontrolable, era irresistible, y gracias a ellas es que me encuentro encerrado.
“¡Esas malditas drogas!”, me hicieron cometer locuras irreparables, la peor de todas intentar acabar con la vida de mi único amor.
Con la cabeza hacia abajo y sus hombros escurridos, y su cara llena de vergüenza por haber confesado su pasado. Nike se dirige a su cama y se sienta en ella, lleno de tristeza. -Abelardo y Loblan solo hacen silencio y no emiten ni un solo comentario.
Transcurren los días, y Abelardo es liberado, por no tener cargos mayores. En el patio central hacia la puerta de salida se despiden, Loblan y Nike:
-¡Hasta pronto amigo!, que estés bien, suerte con tu chica, espero puedas encontrarla. Le dice Loblan
-¡Si! mi brother, que estés súper bien, “¡ya lárgate pues!” Le dice Nike
Entre abrazos y charlas de despedidas, consejos de verdaderos amigos, sale Abelardo de la cárcel, en busca de un nuevo porvenir.
Para sorpresa de Abelardo, este chico si es un zapato con suerte, al salir visualiza a la enfermera que lo atendió, la amiga de Elena.
¡Ho o o, no!, es la amiga de Elena, voy a seguirla y así poder llegar hasta Elena.
Abelardo, sigue a la enfermera hasta llegar a su casa, pero, no ve a Elena por ningún lado. Triste por no encontrarla, regresa al día siguiente y espera a la salida nuevamente a la amiga de Elena la enfermera, a ver si llegase a encontrase con Elena en algún momento.
“Si bingo”, ja ja ja, “¡la encontré!” con cara de felicidad y alegría dice Abelardo- estando en la facultad de medicina de la Universidad Central de Venezuela
-“¡Estudia medicina!”, Dios, como podre acercarme a esa preciosa mujer siendo un don nadie.
Al transcurrir los Días, ya Abelardo tenía conocimiento de todo sobre Elena, donde estudiaba, donde vivía, que sitios frecuenta y un par de cosas más. Abelardo “¿no sabe cómo hacer para hablarle a Elena?”, cuando se le ocurre una idea:
-¡Ayuda, ayuda, me siento muy mal, ¿puede ayudarme? Doctora. Y se desploma al suelo Abelardo.
-¡Ayúdenme por favor!, alguien que pueda ayudarme a llevarlo a la enfermería. Dice Elena
Llevan Abelardo a la enfermería, y claro está que todo era fingido por Abelardo para poder llamar la atención de Elena.
-¿Cómo te sientes?, habla di algo por favor. Pregunta Elena, preocupada- Elena, empieza su rutina de revisión médica y al tocar unos de sus costados, se viene en risa Abelardo a no Aguantar las cosquillas. jajajajajajja. “¡Ya basta!, por favor, - Elena sorprendida lo mira y le dice:
“¡Eres un tarado, imbécil que te pasa!”,
-"¡Nada, nada, está muy frío y me hace cosquillas!” ejejeje perdón Dra. Elena.
-“¡No soy Dra.!” y “¿cómo sabes mi nombre?”
-¡No te enojes por favor!, ¡solo quería conocerte, y no sabía cómo hacerlo.! ¡Perdona por favor!
-¡lárgate de las instalaciones!, por favor.
-Pero no te enojes, por favor ya te he perdido perdón.
-¡si si si!, claro con eso solucionas todo, simplemente pidiendo perdón. Pues no, te ¡largas!
-Por favor no me hagas esto, te lo suplico; Solo quería conocerte no sabes por lo que he pasado para estar acá a tu lado.
Elena al ver la sinceridad y la cara de ruego de Abelardo. Cambia su comportamiento y su enejo pasa a ser sutiliza, al ver el tono de amor y sinceridad de Abelardo. Así transcurren los días y meses, entre salidas y citas, fue creciendo un gran amor, entre una zapatilla Carolina Herrera y un común zapato de imitación barata.
Llega la graduación de Elena, y el sueño dorado de asistir a un baile ejemplar y soñado se le ha cumplido Abelardo.
-Abelardo ¡recuerda que hoy es mi graduación!, a las 07:30pm, podrías buscarme para irnos a la quinta dorada por favor. ¡No se te olvide!
-Si amor no te preocupes a esa hora estaré en tu casa,
Se despiden de besos y abrazos; Abelardo se dirige a buscar su traje de etiqueta y a comprar el regalo de Elena, - ¡no puedo llegar con las manos vacías!, es su graduación. Pasan las horas ya listo Abelardo se dirige a casa de Elena. Pero algo ocurre Abelardo se percata de que alguien lo vigila.
-¿Qué ocurre?, “¡tengo una sensación de que alguien me asecha!”- bueno será mi imaginación.
Pasa el tiempo y Abelardo llega a casa de su Amada. Toca el timbre, tum tum, tum tum. Y el papá de Elena abre la puerta:
-¡Pasa, pasa!, Abelardo, “¡guao que elegante estas!” Ya Elena baja, pasa siéntate.
-Gracias, gracias, señor.
Cuando Abelardo se dirige a sentarse, Elena lo deslumbra con su belleza, y sus trenzas azul brillantes que destellan todo el ambiente, o simplemente eran los ojos de amor, con quien mira un enamorado.
Abelardo y Elena, llegan al gran baile, todo era sorprendente, la decoración, el tema del océano, la música todo era perfecto, más que para Elena era el sueño de Abelardo nunca se imaginó poder llegar a disfrutar un baile de esa índole, y mucho menos con una zapatilla tan hermosa como Elena.
-¿Bailamos?, pregunta Abelardo a Elena.
-¡Sí, claro que sí!
Elena y Abelardo, bailaron toda la noche y disfrutaron su amor, con sus amigos y compañeros de estudios de Elena. Pero algo sucedería que cambiaría toda la velada.
-Un momento, ya regreso, dice Abelardo.
Viendo, y ya sin sospecha, ve a unos de los converse que se encontraban en la cárcel.
-¿Qué ocurre? ¿Que buscas acá?
-¿Cómo te va? Abelardito, el niño bonito, ya veo que estas muy bien.
-Bueno si, gracias por preguntar. Contesta en forma irónica. Abelardo.
En ese instante llegan dos Converse más, y toman Abelardo por dé tras y lo sostienen, cuando de repente es apuñalado. Y cae al suelo todo lleno de sangre. ¡En ese momento alguien pasa y grita desesperado, auxilio, auxilio!, y salen todos a ver. Y se dan cuenta que es Abelardo tirado en el piso.
-"¡Mi amor, mi amor! dice Elena, ¿qué te ha pasado?
Elena, toma entre su brazo Abelardo, todo lleno de sangre, y desesperada llorando.
-Abelardo sin aliento le dice a Elena: Elena, “¡sabes que te amo y siempre te amare!”.
Cierra los ojos y cae desplomado entre los brazos de Elena.
-NOOOOOOO, grita Elena. Llena de dolor y sufrimiento. Al escuchar las últimas palabras de Abelardo.
En ese instante, toman Abelardo y lo trasladan al hospital, llegando justo a tiempo y poderle salvar la vida, ¡es un zapato con suerte!, la verdad que sí. Abelardo se recupera, sale del hospital, se casa con Elena y viven felices juntos para siempre.
Estando Abelardo y Elena, de bajo de un árbol en pleno campo, con la brisa suave, y el clima perfecto, le dice Abelardo:
-¿Sabes algo? Elena
-Si Abelardo, dime
-“¡Te amare por siempre y la eternidad mientras me queden suelas!” jijee
-“¡Yo, igual mi amor!”
Y con un gran beso de amor, esta historia ha culminado.
Así Abelardo cumplió su sueño, de ir al Gran baile, con su amada, luchando contra las adversidades de la vida.