-Deepak Chopra-
Cuatro hermanos partieron de su humilde hogar a buscar fortuna; se prometieron encontrar la clave de la riqueza y la prosperidad; su madre les dio la bendición y una manta térmica de pura lana; para que durmieran en cualquier rincón arropaditos.
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Septiembre época de la vendimia europea, los llevaba de viñedo en viñedo; sólo pedían al final del jornal, un rincón donde no pegara el viento para dormir abrigados. Cierto amanecer uno de ellos, soñó con una piedra preciosa; que, al encontrarla, los haría millonarios y podrían regresar a casa; al final del sueño llegó al viñedo un monge, que le entregaría la piedra que brillaba.
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Aquel día, luego del primer turno, llego la hora de la comida; al acercarse a las sillas donde comerían el bocadillo de medio día; vieron llegar a un monge que pedía agua y algo de vino para el camino; quien tuvo el sueño, se le acercó y le dijo: -dame la piedra que brilla, mis hermanos y yo la necesitamos- el monge sonrió, ah, te refieres al diamante que encontré en el arroyo; ¡es valioso, millones les pueden dar!
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lo saco de su mochila y lo entregó- ¿qué quieres a cambio? -dijo uno de ellos- ¡denme una botella de vino, para mí es suficiente! Pasó la hora de la comida y el que sonó el sueño, le dijo: -explícame tu gentil desprendimiento- El monge hablo a todos: la sabiduría hindú dice: “el apego se basa en el miedo y en la inseguridad, lo llaman -ego-; el desapego es la seguridad interna, la verdadera riqueza del Ser humano; la conciencia que, si es para bien, encontrarás la fuente de tu libertador de la pobreza, con el mínimo esfuerzo”
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El soñador le devolvió el diamante, ¡por favor donde está el arroyo? -al sur, a 2 horas de camino-, le contestó el monge.
*Nota: Está publicación pertenece al mismo autor del blog: