Los músicos a nivel global hoy 22 de noviembre, rinden homenaje a una mujer, que fue martirizada por su entrega total al servicio de la alabanza a Dios- Creador. Santa Cecilia de Roma es representada al lado de músicos e instrumentos. Ella en sublime alabanza se consagró a Dios y prometió servirle, mantenerse pura y sin deseos carnales. Su padre sin preguntar nada a su hija, decidió casarla con un joven llamado Valeriano.
Sucedió que, al estar en la privacidad de los esposos, Cecilia dijo a su esposo: - tengo que confesarte algo que es muy secreto: un ángel del Señor me cuida, si me haces tu mujer, el ángel te hará daño y sufrirás; en cambio sí me respetas, para que me mantenga pura y virgen, el mismo ángel siempre velará y cuidará de ti- Valeriano algo incrédulo le pidió que el ángel se mostrará a él. -Lo verás, dijo Cecilia- pero debes de confesar que crees en Dios.
El joven y frustrado esposo, fue donde el sacerdote del pueblo, le pidió que lo bautizara, y que le enseñara a orar y a saber todo acerca del “Dios de los Cielos” La leyenda y tradición argumenta que Valeriano regresó al hogar donde ya habitaba con Cecilia como su esposa; y el ángel se le presentó, estaba junto a Cecilia, a ambos les colocó una guirnalda de rosas y lirios; señalándoles que permanecieran puros, como hermanos en una sola fe.
Cecilia y Valeriano, sirvieron a la iglesia, pero años después fueron mártires por su fe y obediencia al Señor. Santa Cecilia es venerada por su dulce voz y por su enseñanza en la alabanza musical espiritual de todos los tiempos.