La extrañaba en verdad...
sentirla junto a mi era todo lo que deseaba, me traía tanta paz tanta calma, en medio de tormentosos desahogos volvió a besarme como solo ella lo sabia hacer y con su encantadora mirada desnudo todo mi ser hasta reencontrarnos con la llama del pasado que aun no se había extinto.
Sonreí al cielo por haberla traído de nuevo a mi y di gracias por la vida que tendríamos juntos por fin.