PSICOANÁLISIS DE LOS CUENTOS DE HADAS
BRUNO BETTELHEIM
RESUMEN
Encontrar sentido a nuestras vidas resulta una búsqueda que en muchos casos toma toda la vida, y esto se debe a la falta de madurez psicológica y a no poder comprender que es realmente “el sentido de la vida”, así como entender que esta tiene sentido desde que comienza nuestra existencia en el mundo.
De ahí que la tarea de fomentar y ayudar a encontrar el sentido de nuestras vidas debe comenzar desde la educación, pues según el autor, esto va permitir al ser humano trascender los límites de la existencia centrada en uno mismo y desarrollar recursos internos para que las emociones, la imaginación y el intelecto se apoyen y enriquezcan mutuamente.
Por su parte la literatura, en primer lugar pretendía desarrollar la mente y la personalidad del niño, aunque no le ayudaba a vencer problemas internos, y a partir de la premisa: “El niño vive este momento”, entendiendo este momento como el presente, despreocupándose del pasado y del futuro, la literatura debería permitir el acceso a un sentido más profundo, y a lo que está lleno de significado para el niño, según su estadio de desarrollo, tomando en consideración que la literatura debe:
- Divertir
- Estimular la imaginación
- Fomentar la curiosidad
- Potenciar el desarrollo del intelecto
- Facilitar el esclarecimiento de las emociones, ansiedades y aspiraciones
- Permitir el reconocimiento de dificultades y la búsqueda de soluciones.
Dentro de la literatura, se encuentran los cuentos de hadas, los cuales aunque fueron creados desde mucho antes que las sociedades en masas existieran, abordan más sobre los problemas internos y las soluciones correctas a estos, permitiendo al niño comprenderse a si mismo dentro de una sociedad a la que inevitablemente pertenece.
Estos cuentos de hadas, como se menciono anteriormente abordan problemas internos y gracias a su constante evolución, actualmente son para todas las personalidades alcanzando desde “la mente no educada del niño, así como la del adulto sofisticado”, pues toman en consideración el ser psicológico y emocional para dar inicio a las historias.
En estos cuentos de hadas, se abordan temas a través de la imaginación a los cuales el autor define como: conflictos existenciales, pues a través de este tipo de cuentos se le ofrece al niño una gama nueva de dimensiones a las que le sería imposible llegar por sí solo. Así mismo, se les permite (a los niños) estructurar sus propios ensueños y canalizar mejor su vida a través de las imágenes que este tipo de cuentos sugiere.
Estos conflictos existenciales se transmiten a través de un mensaje, y es que la lucha contra las serias dificultades de la vida son inevitables y enfrentando al niño con los conflictos humanos básicos, como son la muerte, la separación, el envejecimiento, entre otros, así como presentándolos ante caracteres totalmente opuestos (bueno- malo, feo- bonito….) con la idea de que pueda comprender más fácilmente la diferencia entre ambos, le va proporcionar finalmente una decisión básica sobre la que se construirá todo el desarrollo posterior de la personalidad.
Por otro lado, los cuentos de hadas tienen la particularidad que pueden tener un significado distinto para cada persona, de allí que el autor lo defina tambien como: un arte único, que ademas de divertir al niño, lo ayuda a comprenderse, alienta el desarrollo de su personalidad, le brinda nuevos significados y enriquece la existencia del niño, por eso, el cuento nunca deja de ser una obra de arte única, pues las asociaciones conscientes o inconscientes que los relatos provocan en la mente del que lo escucha, dependen del marco general de referencia y de sus preocupaciones personales.
Finalmente, en el caso de los niños, el autor señala que no se puede determinar el momento en el que un cuento será importante para cada uno, así como también que los padres nunca deben contarle a los pequeños su interpretación de lo que en él genera cada historia, ya que puede llegar a sentir que sus padres dominan sus pensamientos, del mismo modo tampoco se le puede explicar porque le resulta tan fascinante, ya que se destruiría el encanto de la historia.