En estos días de #cuarentena a causa de la #pandemiadeCOVID-19, en los que la consigna es #quedateencasa, hay una pregunta que me ha estado dando vueltas en la cabeza y es ¿cómo puedo avanzar en los contenidos de la asignatura que imparto sin salir de casa? Sé que para muchos la respuesta obvia es usando las TICs, las tecnologías de información y comunicación.
Por supuesto, es que estamos en la era de la hiperconexión, en la que hasta un niño de tres años puede manipular, casi tan bien como algunos adultos, un teléfono inteligente o una tablet El nuevo desafío docente: La integración de las TIC al aula
Resulta que autores como Escontrella Mao y Stojanovic Casas (20014) La integración de las TIC en la educación: Apuntes para un modelo pedagógico petinente, señalan que las TICs están transformando nuestra vida personal y profesional, al punto que se afirma que pueden contribuir en el proceso de enseñanza aprendizaje, debido a que pueden mostrar una nueva forma de compartir los conocimientos. Ahora bien, todo esto representa un gran desafío, por eso la pregunta que tan insistentemente ronda mi cabeza.
En la actualidad todo pasa a través de las redes sociales, he sabido de cursos que se ofrecen a través de whatsapp, instagram, Facebook, youtube, entre otros, pero en mi cabeza esa idea no cabe, de modo que para mí el desafío es mucho mayor. Algunos podrían pensar que es simplemente que me resisto al cambio, pero no, no se trata de eso, sino que necesito la interacción con mi profesor, o con mi estudiante, dependiendo del papel que yo represente en el curso.
Varias veces he intentado participar en cursos “a distancia”, o sea, en lugar de traer las TICs al aula, más bien se trata de llevar el aula a las redes, que no necesariamente son las redes sociales pues, a mi manera de ver, las redes sociales son para compartir otras cosas, por eso se llaman redes sociales, en lugar de redes científicas, o redes de conocimiento. Bien, esos cursos que alguna vez inicié nunca los culminé porque todo se limitaba a sentarme a leer un montón de textos, me parecía sumamente aburrido y agotador.
Hace algunos meses me suscribí a un curso que esperaba que me diera algunas claves o ideas para mis clases, pues se trataba de un curso de biología molecular, pero todo salió mal. Me topé con la pared de terribles problemas de conectividad, una PC vieja y desactualizada y todo el contenido estaba presentado en videos. Cuando se me presentaron dudas no hubo oportunidad de levantar mi mano para exponer mis dudas y obtener una respuesta, eso fue decepcionante, y abandoné el curso.
Recientemente, por primera vez llegué hasta el final en un curso a distancia, pero de nuevo, fue muy aburrido que todo se tratara de videos y largos textos para leer, e igualmente decepcionante que nadie me respondiera las dudas.
Al final, sigo sin imaginar cómo dar clases de microbiología (teoría y laboratorio) a través de la web pues, si bien actualmente se propicia el aprendizaje bajo la mirada del constructivismo, con lo cual estoy de acuerdo, como una forma de desarrollar y aprovechar todo el potencial intelectual de los estudiantes, a veces creo que eso se confunde con una educación autodidacta, y es por eso que no sé cómo abordar los contenidos de mi asignatura, pues no quiero caer en los mismos errores de esos otros cursos en los que me inscribí y nunca terminé porque me provocaron hastío.
Según Dulac, “La receta de cada profesor tiene que estar fundamentada en una historia propia que sea capaz de transmitir y emocionar para que se produzca un aprendizaje correcto, para que el alumno acceda a la cultura y el conocimiento” Cada profesor tiene su propia receta TIC que después cocina en el aula. Pero ¿cómo se hace si el profesor no consigue esa emoción en una clase virtual?
Dulac también señala un factor motivacional de suma importancia, que se debe dignificar al docente a través de leyes y currículos más estables, así como tecnologías más fáciles, amigables y eficaces. Además, es muy necesario formar a los docentes en el uso de las tecnologías, y hay que hacerlo de manera práctica y considerando a estos como un estudiante más, no como profesores, al final, en el ámbito del uso de las TIC en el proceso de enseñanza- aprendizaje, son estudiantes con poca o ninguna experiencia.