-Nadie se siente contento donde está -respondió el guardavías. Y rugió el trueno de un tercer tren rápido iluminado. - ¿Persiguen a los primeros viajeros? –preguntó el principito-No persiguen absolutamente nada -dijo el guardavías- Duermen o bostezan allí dentro. Los únicos que aplastan su nariz contra los vidrios son los niños. -Sólo los niños saben realmente lo que buscan- dijo el principito. Dedican su tiempo a su juguete o a una muñeca que viene a ser lo más importante para ellos. Si se lo quitan, lloran... (Apartes de historias del principito cap.22)
¡Saludos constructores de Sueños!
El pasado 6 de abril la novela infantil “El Principito” cumplió 76 años; Antoine De Saint Exupéry, su creador no se habrá imaginado la trascendencia de su pensamiento. Es sencilla su narración, algo tonto para los adultos, dice el principito; pero, sin embargo, es uno de los pocos libros leídos en 156 idiomas; en él, el buscador encontrará, el sentido a la vida, la amistad, las posibles pérdidas que el humano teme.
Digo buscador, porque todo constructor, debe buscar el sentido y la brújula que le orientará; y como dice el principito; -soy responsable por mi flor, ella es tierna, pero fuerte a la vez, no le teme a las fieras- Igual suele ocurrir con un sueño, hay que cuidarlo. Excepto con quienes tienen claro una pasión; la analogía de los trenes tiene que ver con algunos actos humanos que carecen de dirección.
El principito nos dice que, si somos como los niños, lograremos disfrutar cada paso y estación de la vida. Entonces la invitación es que nos dejemos sorprender, con las sencillas enseñanzas del principito; -si no lo ha leído-
*Nota: Está publicación pertenece al mismo autor del blog: https://whaleshares.io/@caminante
Y del canal de YouTube -Soy Caminante-