Algo muy común en las personas es el hecho de no querer equivocarse, de no querer probar cosas nuevas porque mantenerse en zona seguro puede hacerlos sentir mejor, mas calmados con respecto a lo que van a hacer y probablemente, tener menos posibilidades de equivocarse.
Esa sensación de poder hacer las cosas mal, sólo de pensarlo es algo que por si sola te puede hacer equivocarte, y hacer que pase lo que no querías que pasara. Porque si algo hay muy cierto es el hecho de que lo que más pensamos solemos atraerlo, y si en nuestra mente solemos pensar mucho en eso de errar, creo que será algo que nos llegará en cualquier momento.
Y los miedo son una cosa muy seria, en realidad, pienso que como humanos somos susceptibles siempre a errar, por lo tanto, no debería sorprendernos la posibilidad de que hacer las cosas no de la mejor manera. Evidentemente sé que no es lo mismo equivocarte en un examen en la universidad que hacerlo ya cuando estamos en ejercicio profesional. Porque tiene otras implicaciones, incluso legales.
Pero no deberíamos asustarnos ante la posibilidad de equivocarnos, porque es una manera de aprender también, claro, depende de la magnitud del error, y de lo que implique ese error, pero lo que si es muy cierto, es que no podemos librarnos nunca de equivocarnos, es algo que yo tengo muy presente, en mi trabajo, en mi vida diaria, siempre.
Pienso que parte del problema viene de la educación formal, en la que nos enseñan que equivocarnos es algo fatal, es penalizado incluso, y nadie se quiere equivocar en un examen, porque perderías un año de tu vida, te atrasarías, serías incluso mal visto por la institución, por tu amigos,lo que hace que todo se orne más complejo aún.
Pero particularmente entiendo, a nadie, ni a mi, a pesar de que sé que errar siempre es una opción, nos gusta equivocarnos. Sólo quería compartir algunas ideas al respecto, que siirvan para que quienes lean mi publicación puedan tener otra forma de ver las cosas. Me ha tomado mi tiempo aceptarlo, pero con el paso del tiempo terminamos por aceptar, o si no lo hacemos la vida puede hacerse un poco más difícil.
Además, enseñar a los niños que errar es algo malo, no genera tranquilidad en ellos, incluso, puede ser bastante nocivo en su joven mente.