SÓLO NOS SALVA EL ESPÍRITU DEL VUELO
SÓLO NOS SALVA EL ESPÍRITU DEL VUELO
Es una travesía profunda.
Realmente es la naturaleza la que teje la historia, la vida, la muerte.
Es tan fácil explorar, pero difícil captar el sentido del devenir.
“Dime a que hora duerme el tejedor | que tejió el espacio azul”, qué prodigio en
pocas palabras, de oro su sentido, de luz.
“Cuántos caminos recorre la tortuga | cuántas copas las abejas comparten | disolutas de rocíos”, y cómo en un abracadabra las abejas colman mi jardín
Finalmente, mi soledad, río de hojas, amarillo de oro cayendo, tapiz sobre la que duermen algunas veces las lechuzas, la expresan palabras insustituibles: ¿Quién edificó esta casita albana | y cerró herméticamente las ventanas | que mi espíritu no puede ver?
Sólo nos salva el espíritu del vuelo.